Cilleruelo proyecta unir a los vecinos en torno a las bodegas

I.P. / Cilleruelo de Abajo
-

El pueblo suma más de un centenar de inmuebles vitivinícolas, la mayoría ubicados en una larga hilera en la carretera de acceso desde Lerma, un 'paisaje' singular que se quiere proteger

Pablo (segundo izquierda), junto a tres de sus ocho hijos en el interior de la bodega que el propio patriarca ha ampliado cavando la roca. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Hay mucho de nostalgia en el proyecto que el Ayuntamiento de Cilleruelo de Abajo y la Asociación Cultural Collalba tienen sobre la mesa, pero hay más aún de futuro, de esperanza, de ganas de unir a los vecinos en torno a una iniciativa que bebe del pasado, pero que pretende dar un impulso al pueblo, mantener a los que están y atraer a los que se fueron, además de recuperar un patrimonio etnográfico ligado a una actividad que desarrollaban muchos agricultores locales, como es la vitivinícola. 

Ambas entidades se han empeñado en impulsar la rehabilitación de las bodegas de la localidad y no solo eso, sino la propia cultura vinculada a la plantación de viñedos y elaboración de los caldos, como es volver a disfrutar de compañía y almuerzos en familia, cuadrillas o amigos. El alcalde de la localidad, Domingo López, reconoce que es un proyecto atractivo que al equipo de Gobierno le gustaría completar esta legislatura. 

Y para ir buscando la empatía de los dueños de las bodegas y vecinos en general, en los dos últimos años -en el mes de octubre, el de la vendimia- se han celebrado lo que llaman 'quedadas' en las bodegas, que se encargó de impulsar la asociación vecinal, y que han resultado todo un éxito. El propósito era unir a los vecinos, «quitarnos la bata de estar en casa y salir a participar juntos de esa actividad», dicen.

Buena parte de las bodegas se caracterizan por su peculiar estructura, con un pequeño techo semicircular y bancos para sentarse a tomar un vino. Buena parte de las bodegas se caracterizan por su peculiar estructura, con un pequeño techo semicircular y bancos para sentarse a tomar un vino. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Tanto la presidenta de este colectivo, Raquel Casado, como el alcalde, se remiten al pasado vinícola de Cilleruelo; prácticamente, recuerdan, todas las familias tenían un majuelo propio para elaborar vino para el consumo familiar. Y no eran pocos los que cultivaban viñas porque son más de un centenar las bodegas que se cuentan en el pueblo, la gran mayoría, alrededor de unas 85, en la carretera de acceso desde Lerma por la autovía, conformando una hilera de edificaciones que son el principal patrimonio local y que inevitablemente llaman la atención de todos los visitantes por su singularidad arquitectónica. En el entorno de la iglesia y la zona conocida como 'los arreses' se localiza otro grupo y algunas más son subterráneas en las propias viviendas del pueblo.

Pese a estar incluida en la delimitación geográfica de la DO Arlanza, hace décadas que se arrancaron los viñedos en favor de implementar el cereal y otros cultivos alternativos, lo que supuso el declive de las bodegas y el abandono de las tradiciones en torno a ellas, como tomar el aperitivo o merendar durante los meses de verano unas chuletas asadas los domingos al calor de los sarmientos. «Muchos de nosotros recordamos a nuestros abuelos y padres limpiando las cubas, preparar las bodegas para pisar y elaborar el vino después de ir a vendimiar cada uno a su majuelo», rememora Raquel, deteniéndose, precisamente, en esa imagen de las fogatas junto a las bodegas, «era una fiesta», añade la presidenta de la asociación Collalba que también achaca el declive de la costumbre de esas meriendas a la prohibición de hacer fuego en los exteriores en los pueblos: «eso propició que los vecinos comenzaran a hacerse los merenderos, donde se puede asar sin riesgo alguno», añade Casado. 

Así, la mayoría de las bodegas están abandonadas y con problemas estructurales y de humedades en su interior; algunas otras se han reconvertido en esos 'modernos' merenderos y han consolidado sus fachadas, y unas pocas permanecen 'casi' como antaño y siguen siendo lugar de encuentros familiares, e incluso, el lugar donde se mantiene fresco el vino, aunque solo haya una familia de Cilleruelo que lo elabora, lo envejece en las barricas y lo embotella. El alcalde añade, en todo caso, que en algún caso se desconoce quién es su propietario.

Iluminación y accesos. El proyecto en el que está inmerso el Ayuntamiento está aún en mantillas, pero con la fuerte convicción de que hay que sacarlo adelante. Para empezar, Domingo López cree conveniente elaborar un censo, idea que se impulsará desde el Consistorio. 

Además, se pretende, igualmente, ejecutar un proyecto de iluminación fundamentalmente en las bodegas ubicadas en la carretera de Lerma, bien de forma individual o instalando esas luminarias por tramos. El alcalde apuesta por la energía solar.

La mejora de los accesos es otra de las acciones que contempla el Ayuntamiento, no tanto del camino, que se mantendría en su estado natural, sino la propia entrada a las bodegas, ya que algunas tienen desniveles que dificultan la entrada. «Si mejoramos el entorno y lo dejamos bonito, los vecinos se animarán a volver a usarlas».   

El alcalde pretende acudir a alguna convocatoria de protección de los bienes patrimoniales para destinar fondos a este proyecto en el que se pretende involucrar a los propietarios para que mejoren tanto las fachadas, en los casos que aún no se ha actuado. Tampoco se descarta acudir a la iniciativa privada, añade el regidor, que reconoce que ya se ha contactado con un arquitecto para que aporte ideas sobre cómo llevar a cabo esa mejora en los inmuebles, cual sería la iluminación adecuada y qué accesos sería preciso acondicionar.