Cinco años de gobierno y dos ministros de Vivienda que no han sabido dar solución a un derecho fundamental. Estos catedráticos de la política constructiva, imberbes del ladrillo, de las ideas, de la paleta, de puntales y caballetes son capaces de construir un pantano en un mes o una central nuclear en 15 días o tal vez un rascacielos en una noche de verano. Estos asesores ministeriales, los Norman Foster de la arquitectura, los alquimistas, al más estilo venezolano, van a conseguir reducir la oferta de viviendas, restringiendo las inversiones, mediante la restricción del precio, que es una solución equivocada y que no aborda el problema donde muchos propietarios repuntan a la venta buscando otras soluciones de inversión.
Estos nuevos redactores de leyes, que presumen de haber legislado más de 220, sin entender que lo interesante no es la cantidad sino la calidad que le falta a esta nueva ley. La vida sigue y continuarán rellenando páginas del BOE, sin informes, ni debates, ni enmiendas, ni propuestas. Solo percibimos, con esta forma de gobernar, que la ideología está por encima de la razón. Al final, uno se da cuenta que este gobierno forma parte del teatro de las variedades con actores que ven alterada su capacidad de asumir la profusión de las leyes que ha dado lugar a más de un millón y medio de páginas legislativas en el año 2022, incapaces de asimilar y digerir, ellos y los ciudadanos.
Son precursores malos de la inventiva legislativa y de la interpretación de las normas desarrolladas cuando las más prestigiosas facultades de economistas hace tiempo que manifestaron -el control de los alquileres es una de las técnicas mas eficientes para destruir ciudades-.
Años atrás hubo quien lo entendió, fueron dos ministros, Miguel Boyer y Carmen Chacón. El primero con el decreto liberalizador de la Ley de Arrendamientos Urbanos del 94 que avanzó en el sentido de incentivar la oferta. Y la segunda supo entender que para aumentar la oferta había que incentivar el alquiler con desgravaciones fiscales en renta, además de poner en marcha el desahucio exprés.
¿Legislar zonas tensionadas? Las únicas zonas son las de aquellas ciudades donde las viviendas están habitadas por okupas y que afectan a la convivencia, la libertad y la propiedad. Todo los demás es humo, aunque del estiércol también sale, pero el olor huele y continúa.