Revenga alquila por 15 años sus Aulas de la Naturaleza

P.C.P. / Burgos
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El Comunero pide 500 euros al mes, cantidad de la que se descontarán lo que se invierta el arrendatario en amueblar los bungalós y adecuar los baños

El complejo se construyó en 2013 y nunca ha sido utilizado. - Foto: f2estudio

Las Aulas de la Naturaleza del Comunero de Revenga se construyeron hace 11 años, pero nunca se han utilizado. Ahora, los tres ayuntamientos que lo integran quieren conseguir darles el uso para el que fueron concebidas, un proyecto educativo similar al que desarrolla la Diputación de Burgos en Pineda de la Sierra, una escuela-taller o un campamento para asociaciones y colectivos que busquen disfrutar de un entorno privilegiado, en medio de un pinar, pero muy cerca de las localidades de Regumiel de la Sierra, Quintanar y Canicosa.

Tras un primer intento fracasado de licitación conjuntamente con el bar-restaurante, que se adjudicó por separado y funciona desde finales de abril, se acaba de sacar a licitación el contrato para alquilar los 8 pabellones durante 15 años, con opción a otros 15 de prórroga. El precio de salida se ha fijado en 500 euros al mes, más IVA. Sin embargo, en el pliego se especifican que «existen varias necesidades para cubrir mobiliario, obras en baños» y mejoras que serán valoradas entre los servicios técnicos municipales y el adjudicatario, para después descontar el coste de la renta mensual.

«Las inversiones una vez determinadas se deberán iniciar en el primer mes de contrato, no pudiendo ser finalizadas más allá de 8 meses desde su inicio» y no serán compensadas una vez finalizado o rescindido el contrato.

El complejo de las Aulas de la Naturaleza está integrado por 8 pabellones de entre 90 y 96 metros cuadrados, salvo uno más pequeño, de 36 m2. Todos ellos tienen una estructura de madera y una única planta, y se encuentran junto al malogrado parque Pino a Pino, que lleva cerrado muchos años y cuyo desmantelamiento está pendiente por el mal estado de conservación de los árboles y las tirolinas que aún quedan en pie. Cinco de las cabañas están concebidas como bungalós, otras dos tienen la disposición de aulas y otra servirá como cocina y comedor. 

Entre las obligaciones que establece el pliego, está la de suscribir un «seguro que tenga cobertura tanto para las responsabilidades que pudieran derivarse del ejercicio de la actividad, por una cuantía mínima de 300.000 euros, como del contenido del edificio», detalla.

Las ofertas se pueden presentar hasta el 12 de febrero. El único criterio para la adjudicación será el económico, sin que sea necesario presentar un proyecto educativo o un plan de explotación.