Que el alcohol y el ambiente nocturno están detrás de la mayoría de agresiones y reyertas es una afirmación que refrendan los datos. En concreto, siete de cada diez peleas se producen en zonas de ocio de la ciudad, según los datos del servicio 112 de Castilla y León. La tendencia, eso sí, ha cambiado en los últimos años. Porque si bien la mayoría de las riñas tumultuarias se producían en Las Llanas y Las Bernardas, con la irrupción de la covid-19 ese tipo de delincuencia se ha trasladado a Bernardillas, en Gamonal. Pero las cifras también son preocupantes en otros lugares, como el entorno de calle Briviesca y la zona de Hacienda, donde estos problemas se dispararon el pasado año. 

Las fuerzas de seguridad se han hartado de decir que hemos salido más nerviosos de lo habitual de la pandemia, y eso se ha visto reflejado en que las riñas tumultuarias Más que por su número, preocupaban por la gravedad. Y no es para menos, pues no había transcurrido ni medio año y dos personas fallecieron por presuntas agresiones. Una por arma blanca, la que acabó con la vida de Francis Frías en el mes de marzo, y otra por una brutal paliza en la que murió un celador del HUBU de 50 años.

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