Como si nos fuera la vida en ello, los arandinos seguimos manifestándonos para exigir la supervivencia y modernización del FFCC Madrid-Burgos para viajeros y mercancías, a pesar de las zancadillas políticas, gobierne quien gobierne. Sí, contra la injusticia de los partidos alternancia, porque –unas veces en el poder, otras en la oposición-  no apoyan al Directo, a todas luces imprescindible para la logística del corredor central, el más beneficioso de costos por los importantes ahorros de kilómetros. Es la línea recta, pero se dio prioridad al desvío por Valladolid, y ahora por Zaragoza…., mientras se nos entretiene con el obstáculo de la bateadora en el túnel de Somosierra, el estudio para solucionarlo y retirarla, el estudio del estudio… y de presupuestos sin fin.

Mientras esto sucede, y por evidente abandono de la línea, han ido desapareciendo estaciones, vías, etc., sobreviviendo solo el tramo Burgos-Aranda para transporte de mercancías a industrias del polígono Prado Marina. Que ahora se quiere transformar en apeadero de la capital, obviando a la Estación por la que estaban pasando los trenes, al contratar Adif la eliminación de otras dos vías para derivar el tráfico recto a las destinatarias. Una actuación de 14 millones vendida como potenciación del tráfico de mercancías -muy demandada por el tejido industrial-, no deja de ser sino otra puñalada al Directo.  

Más, ahora de la rotonda que ya ha sido pintada en La Cadena (sur del Puente Mayor e inicio de la avenida Castilla, cuyas inacabables obras no dejan de dar sustos; el penúltimo, cascotes de fibrocemento expuestos al vecindario, por 'negligencia' en una maldita excavación). Vale, que la rotonda está en uso, pero no agiliza y no es apropiada para vehículos grandes. 

PD.- El martes 14 de febrero se festeja a San Valentín, un día especial para los enamorados. De regalos, flores… pero –especialmente- de los sentimientos compartidos que vivimos.