Aquellos greñudos que animaban todos los bailes

I.M.L. / Gumiel de Mercado
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En los 70, un grupo de Gumiel de Mercado se convirtió en la vanguardia musical de la zona. Los Gérmenes actuaron durante cinco años en todo tipo de escenarios y dominaban todos los éxitos de entonces

En la puerta de la bodega Los Escolares, con instrumentos casi de juguete. - Foto: Gérmenes

Cuando The Beatles revolucionaban el panorama musical de medio mundo, y en España surgían grupos que imitaban su estilo como Los Munstang, Los Módulos o Fórmula V, en una bodega subterránea de Gumiel de Mercado se reunían un grupo de chavales de entre 15 y 16 años, locos por la música. Allí, en el cobijo de Los Escolares, que es como se conoce a esa bodega, los mellizos Félix y Silvio Rico, Pepe Díez, José María Figuero y Ricardo Izquierdo se hicieron con unas guitarras casi de juguete, montaron una batería casera y empezaron su aventura en el mundo de la música.

Este es el inicio de un grupo musical que, en tan sólo cinco años, se hizo imprescindible en todos los bailes de la comarca, fiestas patronales y cualquier celebración. Al frente, como cantante, se puso Jose María, que asegura, medio en broma, medio en serio, que «era muy tímido y, al principio, casi cantaba de espaldas a la gente, luego me fui soltando», pero sus compañeros vieron como natural que ejerciera él como vocalista. «Siempre se llevaba una radio en el bolsillo al campo y se sabía todas las canciones», asegura Silvio, que se hizo cargo de la batería. Su hermano Félix se quedó con el punteo, Pepe con la guitarra rítmica y Ricardo tocaba «el bajo y a las chicas, si se dejaban», especifica con sentido del humor.

«No teníamos ni idea de música, aunque nos gustaba mucho, pero tuvimos que aprender de cero», recuerda Pepe. «Cuando acabábamos de trabajar en el campo, nos íbamos en taxi a Aranda y, primero Joaquín Pastor de Los Trova nos enseñó a tocar», continua el coro de recuerdos Félix, culminando Pepe que fue Antonio, de Los Inston, otro grupo de Aranda, el que «nos hizo que todo encajase, que sonásemos como un grupo».

Cuando todavía eran Los Ídolos aún no habían adoptado su estética más llamativa. Cuando todavía eran Los Ídolos aún no habían adoptado su estética más llamativa. - Foto: Gérmenes

Empezaron tocando en la sala de fiestas Puerta del Sol, de la que era gerente el padre de Pepe, pero enseguida salieron de Gumiel de Mercado, primero por la comarca y luego, según fueron ganando fama, a otros puntos de Castilla y León, «Palencia la teníamos trillada» remarca Jose María, del País Vasco, Galicia, Madrid,... «Nos compramos una DKV y la rotulamos con el nombre del grupo, con esa íbamos a todas partes», apostilla Félix en una charla en la que los detalles y anécdotas van surgiendo como si estuviesen en una de esas meriendas en las que todavía se juntan los cinco para recodar viejos tiempos.

Pero, ¿qué ponía en ese rótulo? Aunque su primer nombre fue Los Ídolos «cuando nos fuimos a inscribir nos dijeron que ya había unos» relata Pepe, y acabaron rebautizándose como Gérmenes. «Sonaba bien, y había entonces un anuncio de un jabón contra los gérmenes», apunta Jose María como explicación, aunque en este punto de la historia hay lagunas.

Si les llamaban para las fiestas de un pueblo, ellos ponían toda la banda sonora. «Dábamos las dianas, el baile vermú y la verbena de la noche», enumera José María. Pero en las capitales y salas de fiestas lucían su mejor repertorio. «Siempre llevábamos lo último, canción que salía en la radio, canción que tocábamos», apunta Silvio. Esa fue la época en la que llegaron a ser teloneros de grupos como Los Bravos, Los Mitos o Los Canarios.

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En una foto promocional para carteles y postales, Gérmenes eran ya unos jóvenes melenudos con pantalones de campana.
En una foto promocional para carteles y postales, Gérmenes eran ya unos jóvenes melenudos con pantalones de campana. - Foto: Gérmenes
 Hoy en día, Silvio, Félix, Ricardo, Pepe y Jose María en la bodega que les vio nacer como músicos.
Hoy en día, Silvio, Félix, Ricardo, Pepe y Jose María en la bodega que les vio nacer como músicos. - Foto: I.M.L.

Esta aventura musical sólo duró cinco años. «La culpable fue la mili, que entonces sí se hacía», justifica sin medias tintas Ricardo, porque tuvieron que cumplir esa obligación de forma escalonada y, durante tres años, casi no pudieron juntarse. Ahí concluyó la historia de Gérmenes pero, quien sabe, a lo mejor les dan una alegría a sus fans y vuelven a reunirse para un concierto final.