El bulevar ha desarrollado en una década 3 actuaciones paradas

D. ALMENDRES / Burgos
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Los dos sectores de Santa Dorotea y una parcela de San Pedro Cardeña animan las operaciones contempladas en el PGOU para dar vida a espacios degradados

Santa Dorotea I. Es una de las pocas parcelas agraciadas. El desarrollo del residencial entregado tras la pandemia limpia un punto negro del corredor. - Foto: Jesús J. Matías

Parece que fue ayer, pero el pasado mes de diciembre se cumplieron 15 años del paso del último tren por el corazón de la ciudad. Tres lustros dan para mucho y la transformación de este eje urbano es palpable desde el primer día, si bien el bulevar está aún muy lejos de lucir cada detalle concebido en el proyecto inicial de Herzog & De Meuron.

Basta con recordar que el corredor ni siquiera está acabado a estas alturas y que los remates ideados para conectarlo hasta la N-120 se contempla como un remedo provisional con carácter definitivo. Mientras tanto, algunas parcelas que sumaban más de una década en barbecho se preparan para su esperado desarrollo en un despertar que, hoy por hoy, todavía es puntual.

Pero las tareas pendientes se acumulan a lo largo del trazado. Hace más de una década se sumaban 17 operaciones de cirugía urbana previstas en el Plan General de Ordenación Urbana para reconvertir aquellos espacios degradados que distorsionan el desarrollo de un punto clave de la capital. 

Entonces se dio salida a uno de estos sectores, situado en el antiguo Diario de Burgos, pero las demás parcelas seguían a la espera de su turno. Y, comenzado el año 2024, solo tres solares más de este particular catálogo disfrutan hoy de una nueva realidad. 

Dos de ellos se consideraban cruciales para urbanizar un punto negro, los situados en Santa Dorotea, con casi 11.000 metros cuadrados de viviendas. Al desarrollo de estos solares se une el de San Pedro Cardeña I con un nuevo edificio de seis plantas que dibuja lo que, se espera, sea algún día la estética habitual de todo el corredor.

No se trata de un asunto menor ni de una simple cuestión de imagen con la que se pretenda dar un lavado de cara a tramos degradados. Las 16 actuaciones pendientes sumaban 94.561 metros cuadrados de aprovechamiento residencial para construir un millar de viviendas entre El Carmen y Capiscol. Un escenario que aguarda respuestas y proyectos sólidos, al igual que ocurre con otras intervenciones planteadas para mejorar los viales y las zonas públicas.

Sea como fuere, desde hace tiempo se asume que el bulevar es un gran puzle sin acabar y habrá que esperar décadas para comprobar que las piezas encajan porque cada actuación pendiente vive su propia realidad y lidia con sus circunstancias particulares. 

Basta con mencionar el caso de la parcela Esquina de El Carmen, la cual comienza a dar sus primeros pasos para sortear los contratiempos encontrados a lo largo de los años y levantar allí una torre de 11 plantas.

Es uno de los más conocidos, pero son otros los ejemplos en los que ya se ha debatido la posibilidad de que el Ayuntamiento tome la iniciativa y aplique medidas drásticas para imponer su desarrollo.

Mientras tanto, parece que otros sectores aceleran el paso en los últimos tiempos. Es el caso del sector Penetración de Cortes, el más grande de todos con hasta 21.800 metros cuadrados de viviendas que ya ven la luz al final del túnel. Con todo, será el tiempo el que marque el ritmo de las actuaciones pendientes para eliminar los puntos negros del bulevar.