Aunque se trata de un problema que trasciende lo local, el desabastecimiento puntual de algunos medicamentos -más bien las interrupciones de suministro por razones empresariales y geoestratégicas- trae de cabeza a los boticarios burgaleses, que aplican diversas herramientas para intentar paliar su efecto más adverso, que es el que haya un paciente que se quede sin un medicamento que necesita.
Después del último 'susto' con la escasez del antibiótico amoxicilina para pacientes pediátricos, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Miguel López de Abechuco, cuenta que ahora se está viviendo una cierta normalidad. «Tiene que ver con el hecho de que aunque sigue habiendo problemas ahora están llegando más medicamentos. A lo mejor no todos los días ni de todas las marcas, pero sí que estamos consiguiendo más. Ahora mismo hay más de 400 envases en Burgos de amoxicilina infantil», explicó el pasado jueves, aunque advirtió que se trata de una situación volátil por las razones que la provocan.
Ante este escenario todos los profesionales han aumentado su estocaje «pensando en que la falta de suministro se pueda alargar» y cuentan con la herramienta informática denominada Farmahelp, coordinada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, que pone en contacto a todas las boticas para que si a una le falta un producto y otra le tiene se pueda informar de ello al paciente y, así, este pueda adquirirlo: «La amoxicilina en jarabe para niños, que todo el mundo la pedía a través de esa herramienta, pues ya no aparece. Aunque es verdad que en un momento dado puede volver a pasar como ocurrió un poco antes de las navidades, que hubo un pico de bronquiolitis y en los colegios se contagiaban todos y no había suficiente».
La cadena de suministro se puede romper por varias causas: desde la falta de materias primas en las fábricas de origen hasta problemas de transporte provocados por circunstancias geopolíticas. También ocurre que el hecho de que haya medicamentos tan baratos en España hace que los fabricantes prioricen a otros países, como explicaba en este periódico recientemente el presidente del Consejo General, el burgalés Jesús Aguilar . Tampoco ayuda el hecho de que en España falte industria farmacéutica, lo que hace que el país sea muy dependiente de terceros.
López de Abechuco asegura que hay problemas en unos 400 medicamentos, muchos de los cuales no son de uso muy habitual y su 'desaparición' es puntual. «Con los que tenemos problemas todas las semanas es con 70 de todo tipo: para patologías cardiovasculares, antihipertensivos, analgésicos, antiinflamatorios, antidiabéticos... y también antibióticos. Pero los farmacéuticos resolvemos el 90% de los problemas que provocan estas ausencias porque podemos sustituir los que faltan por otros iguales, de otros laboratorios o que tengan otra presentación y explicamos al paciente que aunque puede cambiar el color de la caja el medicamento es el mismo. Lo que hacemos es buscar una alternativa».
Rodrigo Moral | Farmacéutico
«En el peor momento lo intenté todo, hasta llamar a los laboratorios que conocía»
La distribución farmacéutica, dice Rodrigo Moral, es una de las cosas más democráticas que hay. Ninguna farmacia se lleva más de lo que le corresponde aunque pueda demostrar que tiene más demanda. Por eso, durante los peores días del desabastecimiento de amoxicilina infantil - a mediados del pasado mes de diciembre- contactó, en vano, con los laboratorios con los que alguna vez había tenido relación comercial para intentar conseguir alguna dosis. «No se puede beneficiar a nadie aunque se justifique que tenga más volumen que otros pero aún sabiéndolo yo sí que llamé ante la situación que teníamos, con los padres de los niños bastante agobiados. Las cooperativas nos han salvado bastante porque tratan igual a la farmacia que está en el centro de la ciudad que la que está en un pueblo. Si hay tres o cuatro unidades al día esas son las que hay. Les da lo mismo donde esté tu farmacia».
También, al igual que hicieron muchos profesionales, llegó a trocear antibióticos de adultos para que los pequeños con infecciones pudieran tener su dosis, una práctica autorizada por la Agencia Española del Medicamento ante esa situación de crisis. «Los farmacéuticos estamos muy implicados con nuestros pacientes y nos preocupa muchísimo encontrar el medicamento cuanto antes aún cuando no lo necesite en ese momento. De ahí que el programa Farmahelp, que nos pone en contacto a todos cuando falta algo, sea un éxito. Pero con los antibióticos lo teníamos mucho más claro», explica este boticario, experto, también en hacer fórmulas magistrales, otra de las soluciones ante la falta de algún medicamento, tal y como explicaron desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos.
Piedad García | Farmacéutica
«Damos el soporte y, sobre todo, información y tranquilidad a los pacientes»
Son varias las herramientas con las que los farmacéuticos cuentan para hacer frente al desabastecimiento -a Piedad García le gusta mejor decir «suministros intermitentes»- y todas se usaron en aquellos días críticos de falta, sobre todo, del antibiótico infantil amoxicilina. «Gracias a los programas que tenemos de información sobre lo que nos falta, de contacto entre farmacias para que el paciente pueda ir a la que tiene el medicamento que necesita, y de la autorización para adaptar fármacos de adultos a la posología que necesitan los niños salvamos la situación de diciembre».
También se preocuparon por informar adecuadamente a las familias que, lógicamente, estaban alarmadas: «Lo que hacemos en las farmacias es dar el soporte que podemos y, sobre todo, información y tranquilidad a los pacientes. En nuestro caso, como estamos cerca del hospital nos llegaba mucha receta de Urgencias y, además de decir los padres que sí que iba a haber un tratamiento para el niño nos pusimos en contacto con los médicos de allí para informarles de los fármacos que teníamos para que ellos pudieran prescribir de manera que las familias pudieran tener a su disposición el medicamento».