Manos por delante. O por detrás. ¿Juntas?. ¿Separadas?. Lazo bien colocado. Último retoque al pelo. El pasillo de acceso a la Sala Capitular de la Capilla de la Música del Monasterio de las Bernardas era ayer por la tarde un hervidero de nervios. Casi cuatro decenas de burgaleses, especialmente jóvenes, iban a celebrar el primero de los muchos actos que suscita la celebración de las fiestas de San Pedro y San Pablo.
Desde hace ya nueve años, la Hermandad de Peñas, Sociedades y Casas Regionales organiza una Proclamación Conjunta de reinas y reyes, bien mayores o bien infantiles, de todas las agrupaciones que así lo deseen. Para dar un punto de solemnidad a un evento de tal calibre, la ubicación elegida había sido hasta ahora el Salón Rojo.
No obstante, el creciente interés de las asociaciones por presentar en sociedad a sus representantes ha obligado este año a cambiar de escenario. Y es que de las apenas 5 entidades y 8 reinas que se 'coronaron' en la primera edición se ha pasado a las 14 agrupaciones y 38 condecoraciones de ayer sábado. 14 fueron reyes, tanto mayores como infantiles, mientras que 24 fueron chicas. La prueba más palpable fue el nivel de aplausos, vítores, y gritos que se escuchaban desde casi la propia calle cuando se iban nombrando a cada uno de los elegidos.
"Estos chicos y chicas, que van a formar parte de la comitiva de los Sampedros de 2023, serán los que se jueguen ser Reina y Rey el año que viene", explicó José Manuel Carbonell, presidente de la Hermandad de Peñas, Sociedades y Casas Regionales. Uno a uno fue colocando a cada implicado en el acto minutos antes de que se abrieran las puertas.
A los pies del antiguo monasterio se agrupaban decenas de amigos y familiares deseosos de aplaudir a sus candidatos. El acto, que se inició hace casi una década, permite a las agrupaciones que no cuentan con grandes locales dar a conocer a sus representantes. "Damos la opción de una proclamación conjunta para que se vayan conociendo y tengan un bonito recuerdo", apuntó. Concejales y diputados de todos los partidos, así como el propio Carbonell y otros representantes de las peñas, fueron entregando la correspondiente banda y ramo de flores a cada uno de los reyes y reinas.
Por parte de la Asociación Metal Castellae se nombró a Jimena Barcenilla, Elizabeth Lucy Snooks, Alvar Pérez y Alvar Martínez; por la Casa Regional de Andalucía a Lucía García, Naiara López y Alejandro García; por la Casa Regional de Salamanca a Teresa García y Lara García; por el Centro Cultural Mexicano a Maximiano Gutiérrez; por la peña Alegría de San Pedro a María Cantero; Alba Tapia; Hugo Solano y Rodrigo González; por la peña Antonio José a Natalia Pérez y Carla Santamaría; por la peña Blusas de Zurbarán a Rocío Díez; Amaya Vivar y Víctor Miguel; por la peña Burgosalsón a Eithene Daniela Ruiz, Gadea Manjón, José María Rodríguez y Álvaro González; por la peña Chamarileros a Alejandra Sedano, Lidia Martínez, Marcelo Sedano y Javier Sáiz; por la peña Los Titos a Sheila García, Naiara Ramos, Héctor Mamolar y Álex García; por la peña La Farra a Alba Gutiérrez y Daniela Rodríguez; por la peña Los Sanjuanes a Natalia Díez y Ángela García; por la peña San Adrián a Coral Muñoz y por la Sociedad Villafría a Lucía Mozuelos y Alba Palacios.