En mayo se cumplirán diez años de una iniciativa que buscaba poner en valor la plaza Huerto del Rey a través de la decoración natural y como complemento a la Noche Blanca, la cita de mayor actividad cultural de la ciudad. Desde aquel momento, la Fiesta de las Flores ha ido creciendo tanto en espacios a ornamentar, como en eventos complementarios, atracción de profesionales de otras provincias y asistencia de público. Sus promotores, la Asociación de Floristas y Jardineros de Burgos (Flojabur), se despedirán en esta edición de su punto neurálgico, sin dejar de engalanar la estatua de la Flora, para instalarse en el paseo del Espolón.

Con este cambio de ubicación se busca cumplir dos objetivos. Por un lado, evitar los problemas que se produjeron el año pasado debido a que los hosteleros tuvieron que retirar todas las terrazas para la celebración del evento comercial, y, por otro, dar un paso adelante en la expansión y la consolidación de la iniciativa aprovechando dicho traslado para que resulte «diferente y más llamativa», tal y como explica la presidenta de la agrupación gremial, Sefa Tur.

El colectivo trabaja en estos momentos en la organización de la feria, que tendrá lugar del 12 al 14 de mayo, en colaboración con la Concejalía de Comercio, cuya responsable, Rosa Niño, ya ha comunicado la nueva localización a la Federación de Hostelería, según confirma su vicepresidente, Fernando de la Varga, quien considera acertada la decisión para que «no se perjudique a ningún sector».

De la Varga avanza que los establecimientos colaborarán es cuestiones logísticas como el ofrecimiento de descuentos a los floristas y miembros de la organización que se desplacen desde otros puntos de España, además de que considera que las sucesivas ediciones de la muestra han puesto de manifiesto la aceptación que tiene por parte del público: «Debemos trabajar para que se convierta en un referente nacional con la implicación de la hostelería y el comercio».

La Fiesta de las Flores ocupará todo el paseo del Espolón, prestando especial atención a la decoración de puntos concretos como las fuentes o los Cuatro Reyes, además del Teatro Principal, el Palacio Provincial y el Arco de Santa María.  La organización no descarta que la ornamentación llegue a otros puntos del casco histórico, si bien aún no se ha cerrado este extremo.