Las mujeres son mayoría en Burgos y más urbanas que nunca

G. ARCE / Burgos
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El 80,5% de los contratos femeninos se localizan en centros de trabajo de la capital, Aranda y Miranda. Los 45 municipios con más presencia femenina hace 25 años se han quedado en 15

En casi tres décadas, Burgos capital ha sumado 7.666 mujeres. - Foto: Luis López Araico

No hace falta consultar la reciente actualización del padrón municipal para confirmar algo que ya es evidente a simple vista desde hace muchos años. En la provincia de Burgos el número de mujeres supera al de los hombres desde hace ocho años. Ellas son cada vez más urbanas y siguen desapareciendo del mundo rural, lo que agrava la crisis demográfica en la que está inmerso. Un dato del último padrón confirma esta realidad: hace 25 años, en 1998, en 43 municipios había censadas más féminas que varones; hoy son apenas 12 y en tres de ellos -la capital, Aranda de Duero y Miranda de Ebro- se concentra la mayor parte de las mujeres del censo provincial. 

Los expertos en demografía y los economistas subrayan la importancia de la mujer no solo por su papel en la natalidad, sino en el asentamiento de familias en los territorios, el desarrollo de los servicios en los mismos (educación y sanidad, entre otros) y la creación de tejido económico (empresas y empleos) que atraiga y arraigue más población. 

Si este protagonismo falla, como ocurre en la mayor parte del mundo rural, el frágil castillo de naipes que es hoy el equilibrio demográfico se desmorona hasta la práctica desaparición de la vida y la actividad tradicional en los pueblos. 

La balanza de sexos demográfica de Burgos se inclina hoy ligeramente al lado femenino por 428 mujeres, según los datos actualizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ellas suman en total 178.804 censadas frente a los 178.367 varones. Burgos cuenta con 357.180 habitantes en total.

En los últimos 25 años de padrón, la provincia ha ganado también más mujeres (5.644) que hombres (5.181), cifras que no han sido suficientes para evitar el declive demográfico de los últimos 15 años.

La balanza se descompensa extraordinariamente hacia el lado masculino en la medida en que los municipios empequeñecen, y eso ocurre en la inmensa mayoría de los 371 en los que se estructura la provincia.

Los hombres son hegemónicos a lo largo y ancho del territorio salvo en casos muy concretos: Adrada de Haza (104 mujeres frente a 98 hombres), Cabezón de la Sierra (23 frente a 16), Celada del Camino (46 frente a 45), Navas de Bureba (14 frente a 12), Padrones de Bureba (36 frente a 33), Palacios de Río Pisuerga (10 frente a 9), Rucandio (17 frente a 15), Salas de Bureba (36 frente a 33), Tubilla del Agua (370 frente a 363) y Villamayor de los Montes (82 frente a 81).

También se produce este fenómeno en algunos puntos del alfoz de la capital: en Cuevas de San Clemente (25 frente a 19) y en Rabé de las Calzadas (129 frente a 125).

Hay un pequeño grupo de pueblos en los que los números por sexo se equilibran (¿por cuánto tiempo?): Ameyugo (57, respectivamente), Arauzo del Salce (24), Belbimbre (28), Cascajares de Bureba (14), Castil de Peones (13), Valle de Manzanedo (62), Valmala (14), Zael (58) y, también en el alfoz, Quintanapalla, con 58 hombres y 58 mujeres. 

Urbes. La realidad es muy diferente en los tres grandes núcleos de población de la provincia, donde la balanza se inclina claramente hacia el lado femenino. En 25 años, Burgos capital ha ganado 7.666 mujeres frente a 4.801 hombres. Ellas alcanzan las 91.517 censadas y los hombres suman 82.934. En Aranda de Duero ocurre parecido, en el último cuarto de siglo ha ganado 2.401 mujeres y hoy son 17.277 en total, frente a los 16.349 hombres.

Las cifras comparativas de Miranda son mucho más pobres. La ciudad apenas ha ganado 139 mujeres en 25 años, aunque ellas superan a los hombres: 18.053 frente a 17.586.

Las oportunidades de prosperar vital y económicamente marcan esa emigración interna de la mujer hacia núcleos de población más numerosos. Burgos, Aranda y Miranda, por este orden, aglutinan el 78,6% de los empleos que se crean en la provincia cada año (121.888 en 2022, último dato cerrado del SEPE) y, en el caso de los trabajos femeninos, superan el 80,5%.

¿Qué mujer no intenta una oportunidad en un mercado que genera más de 38.845 contratos anuales para su sexo? Este es el caso de Burgos capital, donde incluso hay más empleo para mujeres que para los hombres, mientras que Aranda ofrece 5.482 y Miranda 4.050.

Las cifras del SEPE confirman que en Burgos el número de contratos de peones agrícolas en los hombres cuadriplican al de las mujeres. Esto es empleo rural. Por contra, en ocupaciones urbanas como la hostelería, limpieza, cuidados personales o auxiliares de enfermería, ellas son mayoría.

6 años extra de esperanza vital. En el aumento de la población femenina también es determinante el envejecimiento demográfico. La esperanza de vida de las mujeres se sitúa estadísticamente en casi 87 años (86,89), que son casi 6 años más que en un hombre (81,05). 

De acuerdo a las estadísticas, la esperanza de vida de las burgalesas tras cumplir los 65 años es de 24 años, mientras que en el caso de los hombres no llega a los 20 (19,64).

Por lógica genética, el 55,9% de la población mayor de 65 años es mujer. Y creciendo...