Buitres, que no molinos

P.C.P. / Burgos
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Iberdrola tiene parado el parque eólico Valdesantos hasta que la Junta de Castilla yLeón clausure el muladar de Estépar y lo traslade a otro emplazamiento

Un ave sobrevuela junto a uno de los aerogeneradores parados. - Foto: Valdivielso

Están acostumbrados a las grandes infraestructuras. Conviven con la autovía de Castilla (A-62), y han sido testigos durante años de las vicisitudes de la obra delAVE a Valladolidy, especialmente, las del túnel de Las Calbezadas. Pero nunca habían supuesto un freno para su desarrollo. Hasta ahora. Por que son buitres, y no molinos, los que mandan en el entorno de Estépar y han conseguido frenar a un gigante que cotiza en Bolsa.

Ciertamente, ha sido no solo con su aquiescencia, sino con su total colaboración. Iberdrola, cumpliendo con todas las exigencias medioambientales, se comprometió a no poner en marcha este parque eólico -llamado Valdesantos- hasta que el muladar en el que se alimentan las aves, a unos pocos metros de la boca del túnel delAVE, fuera clausurado y trasladado a otro emplazamiento más seguro para las buitres. Los 3 aerogeneradores que lo integran, de 4,5 MW de potencia cada uno, esperan desde hace dos años a que la Junta de Castilla y León proceda a llevar a cabo esta operación.

La gestión administrativa de este parque se comenzó en 2007, primero por la firma Peache Energías Renovables, que preveía instalar aquí 19 aerogeneradores. El 20 de junio de ese mismo año se publicó la declaración de impacto ambiental, que contemplaba ya la reubicación del muladar. «Previamente a la instalación y puesta en marcha del parque eólico, y dado el posible peligro que pueda suponer para la avifauna, se deberá sellar el muladar que actualmente existe en el término municipal de Estépar, al sur de la ubicación proyectada para el parque eólico, y se trasladará a una zona más adecuada. La ubicación definitiva, así como la infraestructura y características del mismo, deberá contar con informe favorable del Servicio Territorial de Medio Ambiente», se lee en aquel documento, publicado en el Bocyl.

En 2018, el proyecto se modificó para levantar 3 aerogeneradores en vez de 19, al haber avanzado la tecnología que permite fabricar molinos más potentes, aunque también dupliquen en muchos casos su altura inicial. Con un presupuesto de obra superior a los 9,3 millones de euros, se construyó tres años después en terrenos de Medinilla de la Dehesa y Villagutiérrez.

Este parque forma parte del complejo eólico Herrera II, integrado por otros dos La Huesa y Orbaneja. Iberdrola comenzó su puesta en marcha en agosto de 2021, aunque dos años después sigue sin funcionar a pleno rendimiento porque el comedero no se ha cambiado de ubicación.

Obtáculos para otros. Y no será porque los técnicos no tengan conocimiento de ello, ya que una y otra vez se topan con su existencia, aunque sea en relación con otras infraestructuras, situadas a kilómetros de distancia pero que extienden el área de influencia hasta Estépar. Por ejemplo, en la declaración de impacto ambiental del parque eólico Iglesias, que publicada en el Boletín Oficial del Estado el 26 de diciembre de 2022, se advertía de que la presencia del muladar de Estépar, a 2,3 kilómetro de la línea de evacuación de esa instalación, «podría suponer un riesgo adicional por la concentración de múltiples ejemplares en su proximidad, o por desplazamientos hacia o desde el muladar» que pasen por la zona de cableado. «Este muladar se encuentra en proceso de clausura, según la información de la administración regional», apostillaba el documento.

Este diario ha preguntado sin éxito a la Junta de Castilla y León acerca de la situación del muladar.