Aunque quedan aún muchos años para que sea una realidad, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental acaba de dar un paso fundamental para que entrar o salir de Madrid por la autovía A-1 deje de ser un embudo. El organismo ya se ha pronunciado sobre una de las cinco opciones que presentó el Ministerio de Transportes para aumentar la capacidad y reducir los problemas de congestión en el tránsito de vehículos entre El Molar y Madrid.

La Alternativa Este 3 es la elegida por Transición Ecológica, que se limita a aumentar la capacidad de la actual A-1, no incluye ningún tramo en variante -a diferencia de las otras cuatro- de modo que se consigan reducir los problemas de congestión y pérdida de tiempo en el tránsito por la A-1. El coste estimado, tal y como se plantea en el Anteproyecto, asciende a 317,5 millones de euros.

La solución para la adecuación y reforma de la autovía consiste en la construcción, entre los puntos kilométricos 12 (sur de Alcobendas y La Moraleja) y 42 (El Molar), de una sección homogénea compuesta por calzadas de tres carriles por sentido en el tronco y vías de servicio laterales unidireccionales de dos carriles por sentido. Adicionalmente, la ampliación a tercer carril en el tronco en la calzada sentido Burgos se llevaría hasta el punto kilométrico 43.

Se prevé dotar al tronco de la A-1 de una sección homogénea de tres carriles por sentido. La actual vía ya cuenta con esas tres calzadas por sentido hasta aproximadamente el punto kilométrico 28,9 (a la altura del circuito de El Jarama), por lo que habría que ampliar la sección de la calzada actual en un carril desde ahí hasta el final del tramo (El Molar). Excepcionalmente, entre el inicio de la actuación y aproximadamente el punto kilométrico 20 (norte de Alcobendas) se plantea en la calzada izquierda implementar un cuarto carril por el interior por lo «agudizados que son en ese tramo los problemas de funcionamiento de la A-1 en su entrada a Madrid», precisan desde la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental.

Del mismo modo, se proyecta implementar vías complementarias laterales, unidireccionales y de mínimo dos carriles por sentido en ambas márgenes donde actualmente no existan. El acceso a los enlaces y a las parcelas limítrofes y propiedades colindantes se realizará a través de estas vías complementarias laterales, lo que a su vez permite hacer una reordenación de los accesos al tronco de la A-1 en su totalidad.

Más seguridad. El Anteproyecto también contempla rectificar el trazado entre aproximadamente el punto kilométrico 37,9 (tras el enlace de San Agustín de Guadalix Norte) y el 39,3 para adecuarlo a la normativa vigente. Se trata de una serie de curvas peligrosas con radios muy reducidos que, una vez rectificadas, podrán asegurar una velocidad mínima de 100 kilómetros por hora en condiciones de comodidad y seguridad.

La actuación requiere la ejecución de 39 estructuras nuevas (17 viaductos, 10 pasos superiores, 6 pasos inferiores y 6 pasarelas peatonales). Además, será necesario ampliar 37 estructuras existentes (23 viaductos, 13 pasos inferiores y 1 pasarela peatonal). También está previsto demoler 8 pasos superiores. La evaluación de impacto ambiental que ahora se ha anunciado se empezó a tramitar en mayo de 2022. El proyecto, no obstante, aún tiene que salvar más trámites.