El Índice de Precios al Consumo (IPC) en Castilla y León continuó con su escalada en septiembre al situarse en un 10 por ciento sobre el dato de hace un año, lo que coloca a Castilla y León con la cuarta tasa interanual más alta del país, tan solo por detrás de Castilla-La Mancha (10,6 por ciento). El único dato positivo es que el IPC bajó seis décimas en comparación con la tasa registrada en agosto.
El crecimiento anual fue 1,1 puntos superior a la media del país, que con un 8,9 por ciento interanual se encuentra siete décimas por debajo de la registrada en el mes anterior. La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye dos décimas, hasta el 6,2 por ciento, situando su diferencia con la del IPC general en más de dos puntos y medio, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por Ical.
Los precios aumentaron en todas comunidades autónomas en el último año, si bien donde menos lo hicieron fue en la Comunidad de Madrid (7,8 por ciento) y Canarias (8,2). La tasa anual del IPC disminuye en septiembre respecto a agosto en todas las comunidades autónomas, y los mayores descensos se produjeron en Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana, con bajadas de 2,1, 2,0 y 1,9 puntos, respectivamente. Por su parte, los menores tuvieron lugar en Comunidad Foral de Navarra y en Canarias, de 1,2 y 1,3 puntos, respectivamente.
En la evolución mensual de Castilla y León, los precios crecieron en la mayor parte de los sectores, con la excepción de la vivienda (-5,3 por ciento), ocio y cultura (-1,5 por ciento), transporte (-0,5 por ciento) y comunicaciones (-0,2 por ciento). Todo lo demás sufrió incrementos, con el vestido y el calzado al frente (3,5 por ciento), la enseñanza (1 por ciento), menaje y alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5 por ciento), bebidas alcohólicas y tabaco (0,3 por ciento), hoteles, cafés y restaurantes (0,2 por ciento), y medicina (0,1 por ciento).
En la variación anual, sin embargo, el IPC en Castilla y León registró los mayores crecimientos en vivienda (19,2 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (15 por ciento) y transporte (10,1 por ciento), seguidos de hoteles, cafés y restaurantes (8,5 por ciento) y menaje (7,7 por ciento). También contribuyeron al encarecimiento general de los precios del ocio y la cultura (3 por ciento), el vestido y calzado (0,6 por ciento), medicina (0,7 por ciento) y enseñanza (1,2 por ciento). Y es que solo las comunicaciones, con una caída del 2,5 por ciento, reflejaron un descenso interanual de los precios.