Cuesta ver a tanta gente unida por una misma causa, pero si todo el pueblo va en una misma dirección parece claro que hay demasiado en juego. Los vecinos de Yudego se han rebelado en esta ocasión ante la decisión de cambiar de parroquia a su cura, Fernando Arce, y trasladarlo a Burgos. En los casi dos años que lleva ha conseguido ganarse el cariño tanto de pequeños como de mayores, al implicarse en el día a día para organizar actividades o excursiones. Ahora temen quedarse sin toda la vida que había ganado el municipio con su presencia y que por el camino se pierdan todos aquellos proyectos que tenían planeados, como la creación de una cofradía.

«Ha dinamizado el día a día del pueblo y nos ha unido a todos», resumen los vecinos de este pueblo de Odra-Pisuerga. Ahora todos los niños quieren ejercer de monaguillos, aseguran, y en algunas misas han tenido hasta seis, cuando hace un tiempo eso parecía impensable. Ha animado a la gente a acudir con mayor frecuencia al destinar una zona de su hogar para ver películas y desarrollar obras de teatro. Y hace unos meses viajaron todos juntos a Roma. Y no solo ha unido a la gente de este pueblo, también ha logrado establecer un contacto muy estrecho entre los miembros de las otras parroquias que gestiona, que son Castrillo de Murcia, Villandiego, Hontanas y Castellanos de Castro.

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