Las fiestas navideñas están ya en marcha y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han diseñado un operativo de vigilancia con el que garantizar que todo discurra con normalidad debido a la gran concurrencia de personas en las calles, los comercios y los eventos programados por el Ayuntamiento. 

La Junta de Seguridad Local acordó en su reunión de ayer potenciar el control del botellón, de la mendicidad, del ocio en la calle Briviesca como consecuencia de las quejas vecinales y también del entorno de la plaza Vega, donde han proliferado los robos, según señaló al término de la misma la alcaldesa, Cristina Ayala. «La seguridad estos días es esencial. Son dispositivos que se establecen con el objetivo de anticiparse ante posibles incidentes y tener coordinada la seguridad», indicó. 

Desde la Comisaría de Burgos también se reforzar la vigilancia de los comercios, especialmente en Gamonal y la zona sur, los barrios más castigados últimamente por los robos y hurtos pero sin descuidar el control del centro, que es donde se concentra la mayoría de las tiendas de la capital. 

Burgos no es esa ciudad de parada de grupos organizados de carteristas procedentes de Madrid, sino que la mayoría de los ladrones que actúan son delincuentes locales especializados en la sustracción de productos de cosméticos, botellas de alcohol, etc, unos efectos que tienen fácil salida en el mercado negro. Para detectar su presencia con rapidez y de manera discreta, la Policía Nacional destinará a los puntos calientes a funcionarios de paisano, con el fin de dar el aviso a patrullas uniformadas, encargadas después de darles el alto y detenerlos.

El subdelegado del Gobierno, Pedro Luis de la Fuente, recordó que en la actualidad está fijada la alerta 4 reforzada antiterrorista como se puso de manifiesto en la Junta de Seguridad Local, a la que asistieron representantes de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. 

Precisamente, a iniciativa de la alcaldesa, se acordó celebrar cuatro juntas de seguridad al año para mejorar la coordinación: una antes de Semana Santa, otra previa al Curpillos y las fiestas de San Pedro, otra tras el verano con la vuelta a clase y la de Navidad. 

Menos alcohol. Durante la reunión de ayer se puso de manifiesto un número fenómeno de ocio. Cada vez son más los grupos de jóvenes que se reúnen en las faldas del Castillo o San Esteban pero no consumen alcohol sino refrescos. «Es un buen avance que el ocio sea saludable. Es una práctica creciente y felicito a los jóvenes», indicó la alcaldesa, Cristina Ayala. 

Un hecho que también ratificó el subdelegado del Gobierno al indicar que cada vez hay menos jóvenes que ingresan en el Hospital Universitario (HUBU) con comas etílicos.