El mercado mundial dispara las exportaciones en la automoción

G. ARCE / Burgos
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El comercio exterior de la industria auxiliar burgalesa cierra un año histórico tras lidiar con la caída de la producción de los últimos ejercicios y la revolución de la movilidad

El mercado mundial dispara las exportaciones en la automoción - Foto: ALBERTO RODRIGO

La industria auxiliar de la automoción burgalesa ha vivido durante los últimos años un periodo ciertamente inestable. La caída de ventas de vehículos a nivel mundial, que se generalizó desde mediados de la última década, afectó considerablemente al balance de ingresos y gastos de las multinacionales y pymes al servicio de las grandes marcas.

El estallido de la pandemia y el drástico cambio de la movilidad hacia los motores híbridos y eléctricos no hicieron más que poner más piedras en el camino del sector, aunque ahora por fin ve la luz. Con los fabricantes de automóviles replanteándose su permanencia en Europa u optando por deslocalizar la producción a naciones con costes menores, la industria auxiliar burgalesa ha firmado en 2023 su año más prolífico a nivel exportador. A nivel general, la fabricación de coches aumentó el año pasado tras hundirse desde el inicio de la pandemia.

Tan solo entre enero y noviembre las industrias de la automoción burgalesas han enviado a otros países mercancías por valor de 247,1 millones de euros. A falta de conocer el dato de diciembre, que se publicará en un par de semanas, la marca ya supera por sí sola los registros que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tenía del año pasado al completo, 246,6.

El avance y la ya de por sí afianza posición dentro del mercado internacional de multinacionales con presencia en Burgos como Antolin, Benteler, Casple o Lear, que trabajan al servicio de los grandes fabricantes de vehículos como Mercedes, Renault, Volkswagen o Ford, es una realidad. Aunque parte de su producción se destina a las plantas de ensamblaje que hay repartidas por España, otra se envía en camión o barco a factorías en Europa o Asia. El incremento exponencial de la actividad comercial en el exterior de las plantas radicadas en los polígonos de la provincia es un hecho: si en 2015 fueron 149,1 millones los que se enviaron al mundo, en 2023 el avance es del 65,7%. En comparación con la última década, este sector es el que evolución más positiva presenta dentro de la actividad exportadora burgalesa. Únicamente le superan las empresas dedicadas a las manufacturas de consumo, tales como los textiles y la confección, el cuero y sus derivados o el calzado.

El paso al frente que ha dado la industria auxiliar de la automoción ha servido para que, en general, Burgos vaya a cerrar un 2023 histórico en cuanto al apartado exportador se refiere. A falta de conocer el dato de diciembre, que se publicará en un par de semanas, desde la provincia se han movido todo tipo de mercancías a otros países por valor de 3.391 millones. Por poner en contexto, en 1995 el Ministerio de Trabajo tan solo registró el envío de productos valorados en 784 millones; en 2005, con el grueso de las compañías abriéndose a los mercados comunitarios y extracomunitarios, el volumen se quedó a las puertas de los 1.900. En 2015 la industria de la provincia alcanzó su tope histórico hasta la fecha, 3.604 millones, una barrera que sucumbirá cuando se cierre el balance de 2023.

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