Exculpan al pasiego dueño de la cabaña de marihuana

A.C. / Espinosa de los Montero
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Según la juez, «no existen indicios de que participara en el delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico» tras hallarse 617 plantas con un valor de más de 36.000 euros en la casa que alquiló

Aspecto actual de la cabaña de Beroluncho donde se localizaron las 617 plantas de marihuana. - Foto: DB

Un par de años le ha costado a A.O.S.A., de 66 años, dormir tranquilo. Este vecino de Espinosa de los Monteros se encontró de la noche a la mañana investigado por un delito contra la salud pública por cultivo de marihuana y otro de defraudación del fluido eléctrico, pero todo lo concerniente a su persona ha quedado sobreseido. La alerta realizada por la compañía suministradora de electricidad puso a la Guardia Civil en la pista de una plantación de marihuana, que acabó descubriendo en mayo de 2021 en la cabaña de su propiedad, en Beroluncho, junto a Las Machorras. La había alquilado dos años antes a J.U.J. e I.G.B., de 49 y 47 años de edad, respectivamente, quienes continúan investigados y para quienes ya se ha solicitado al fiscal que emita la preceptiva acusación. Se enfrentarán a penas de entre 1 y 3 años de prisión, así como a multas por sendos delitos.

El auto recién emitido por el Juzgado de Villarcayo señala respecto de A.O.S.A., propietario de la cabaña, que «no existen indicios de que participara en los delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico» y que «tras la entrega de la posesión, ni A.O.S.A., ni su hija, tuvieron conocimiento de que en dicha cabaña se estaba realizando ningún actividad ilícita hasta que fue localizada por la Guardia Civil y acudió a la diligencia de entrada y registro llevada a cabo el 14 de mayo de 2021». El auto también se refiere a la hija del propietario por ser quien realizó las gestiones para el alquiler de la cabaña en 2019, dos años antes de la operación Pasiegreen.

Quienes comenzaron a pasar fines de semana y vacaciones de verano en la cabaña no levantaron entonces sus sospechas. Pero ambos detenidos tienen antecedentes penales. En su entorno tampoco llamaban la atención, como en su día pudo comprobar DB. En la cabaña se veía incluso a una familia y la bandera del Athletic de Bilbao ondeaba en el balcón.

 Solo el olor podía hacer sospechar que en la antigua cuadra, ubicada en la planta baja de la cabaña, ahora visiblemente reformada y mejorada, se cultivaba marihuana. Durante la investigación, la Guardia Civil instaló una cámara de fototrampeo que permite la captación de imágenes, si se detecta movimiento. En la noche del 3 de mayo, los dos detenidos fueron vistos llegando a la cabaña y como localizaron la cámara, la manipularon y la introdujeron en el interior de la cabaña.

Dentro se ubicaba una sofisticada plantación 'indoor', en la que la Guardia Civil localizó 617 plantas de cannabis con un valor en el mercado que hubiera superado los 36.600 euros, según se desprende del auto judicial al que ha tenido acceso DB. En total, el peso en verde de lo hallado superaba los 90 kilogramos, pero el cálculo de su valor en la calle se hace pasándolo a seco. Donde antaño dormían las vacas había 38 lámparas con sus transformadores, dos filtros de carbono, cuatro extractores, nueve ventiladores o una picadora de marihuana industrial, entre otros elementos necesarios para facilitar el rápido crecimiento de las plantas.

5.700 euros en electricidad. Mientras, la compañía suministradora considera que el fraude se eleva a 5.743 euros más 730 de gastos. El propietario de la cabaña seguía abonando las facturas del consumo de la casa, porque no se cambiaron a la cuenta de los inquilinos, quienes después se las abonaban. Por ello, fue también investigado inicialmente por el delito de defraudación del fluido eléctrico.