Villímar y Casa la Vega siguen creciendo con 100 viviendas más

C.M.
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Ambas zonas, paradas por la crisis de 2008, copan junto con Cellophane las promociones residenciales que ensanchan la ciudad por el este y el oeste

La grúas conviven con los vecinos en este entorno desde hace un lustro. - Foto: Valdivielso

Quince años después de la crisis inmobiliaria, la situación de los sectores urbanísticos S-3 (Casa la Vega) y S-4 (Villímar Oeste) ha logrado revertir los peores pronósticos. En 2008 se detuvieron numerosas promociones con parcelas abandonadas a su suerte pero con el paso del tiempo la situación ha dado un vuelco con la construcción de nuevos bloques y promociones en marcha. A estas últimas se unirán en breve otras tres nuevas que suman 106 viviendas, tras obtener ayer el visto bueno de la Comisión de Licencias. 

La promoción más grande suma 51 pisos, 72 garajes y 76 trasteros en el S-4. Le sigue otra con 29 pisos, aparcamientos y trasteros en Casa la Vega y una tercera de 26 en el S-3. Las grúas se han convertido en protagonistas del paisaje de esta zona de expansión de la ciudad, que engloba desde la estación de ferrocarril o la expansión de Gamonal y del G-3 hacia Villímar, y conviven con las jóvenes familias que se han traslado a vivir a las nuevas construcciones. 

Los sectores S-3 y S-4 fueron creados por el Plan General de Ordenación Urbana de 1999 con la previsión de construir 4.581 viviendas, 1.599 y 2.982, respectivamente, en el momento de aprobarse el proyecto de reparcelación. Un complicado recorrido administrativo y judicial retrasó la concesión de las licencias en estos sectores y los permisos para construir no llegaron hasta mayo de 2007, a las puertas de la desaceleración inmobiliaria, en las que se iniciaron algunas promociones con un tímido goteo en el que se conjugaban algunos bloques aislados y parcelas en las que se había hecho el movimiento de tierras o se había colocado la grúa pero que quedaron paradas con la crisis o pasaron a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). De hecho, los primeros residentes se quejaron del abandono y el peligro que existía con algunas zonas por el peligro de caída en los agujeros de las excavaciones realizados y que quedaron abandonados (...).

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