Dermatología lidera la caída de consultas pendientes en un año

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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El servicio arrastraba desde hacía tiempo cerca de 6.000 primeras visitas acumuladas y en 2023 logró cerrar con 3.125 y una demora media de tres meses. Apenas otros once servicios consiguen mejorías

Foto de archivo del servicio de Admisión del HUBU, donde dan buena parte de las citas solicitadas. - Foto: Patricia

El HUBU ha conseguido en el último año que el servicio de Dermatología pase de registrar los peores datos de primeras consultas acumuladas entre los cinco grandes hospitales de la Comunidad a las segundas mejores cifras, por detrás del Clínico de Valladolid, con una reducción de 2.847 visitas pendientes (un 47%). Así, si el 2022 terminó con 5.972 citas sin pasar, a finales del pasado diciembre había 3.125, siempre en total. Es decir, incluyendo a los pacientes cuya espera puede atribuirse únicamente a los recursos de Sacyl y a quienes han pedido el aplazamiento de la consulta de forma voluntaria. La demora media también baja: de cinco meses a tres (de 155 a 89 días).

La mejoría experimentada en Dermatología es espectacular en términos globales, aunque porcentualmente hay otros servicios con mejores resultados: Nefrología, con una caída del 54% (de 202 primeras consultas pendientes a 93) y Oncología Médica, con un 98% (de 376 citas a 4). En este último caso hay que especificar que la mayoría de los casos se refieren a personas pendientes de un estudio de consejo genético para analizar posibles mutaciones y su riesgo de desarrollo de determinados tumores a medio plazo, no a enfermos con un proceso oncológico activo y necesidad de tratamiento. En total, apenas doce de los 29 servicios con consultas externas del HUBU han conseguido terminar el 2023 mejor de lo que lo empezaron. Y son, aparte de los tres ya especificados: Angiología y Cirugía Vascular (249 visitas atascadas menos), Cardiología (61 consultas menos), Cirugía General (313 consultas menos), Ginecología (también 313 menos), Medicina Interna (95 menos), Neurofisiología clínica (66 menos), Neumología (204 menos), Obstetricia (20 menos), Otorrinolaringología (368 menos) y Urología (312 menos).

En algunas de estas especialidades el volumen de pacientes que esperan para ver por primera vez al facultativo es tan abultada que el número de citas restadas al total apenas repercuten en las demoras ni en el funcionamiento diario del servicio. En Cardiología, por ejemplo, una reducción de 61 consultas sobre un total de 802 tiene poca repercusión, pero no deja de ser una mejoría. 

Esta circunstancia se replica al contrario: servicios con muy poca lista registran porcentajes de aumento muy altos a nada que sumen algún paciente. Ocurre en Cirugía Pediátrica, que cerró el 2023 con once consultas más por pasar que en 2022 (37 en total), pero porcentualmente registra un incremento del 42%.

Razones del éxito. El desatasco de primeras citas pendientes en Dermatología se debe a varios factores. El primero, que el servicio recuperó plantilla tras años de estar en mínimos, con momentos en los que faltaban cuatro de los seis especialistas que, según plantilla orgánica, deberían ejercer en el HUBU. Así la reincorporación de, al menos, un dermatólogo al servicio permitió abrir otra agenda y citar a más pacientes cada día.

A esto se añade que Sacyl decidió empezar a derivar consultas de Dermatología a San Juan de Dios en 2023 y no pocas; el convenio vigente hasta finales de este año prevé la externalización de hasta 3.000 pacientes del HUBU al hospital privado del paseo de la Isla. Esta parte del acuerdo empezó a funcionar en junio y, a falta de datos globales, es probable que no se haya llegado al máximo conveniado, pero el centro sanitario de la congregación sí ha quitado un volumen importante de consultas al complejo público.

Y, por último, ha influido la introducción de lo que Sacyl denomina la «teledermatología». Es decir, una fórmula asistencial de nueva implantación que consiste en que, cuando hay consultas por problemas de la piel en Atención Primaria o en otra especialidad, el médico que recibe a ese paciente hace una foto de su lesión con un aparato concreto y la envía a Dermatología del HUBU, para que uno de los especialistas la revise en un período máximo de 72 horas y decida qué se debe hacer. Y, así, en buena parte de los casos, el paciente sale con tratamiento del centro de salud y sin necesidad de acudir al hospital, lo cual evita otra consulta y la generación de más lista.

La gerente del HUBU, Ana Lucía Fernández, está satisfecha con esta fórmula y ya avanzó que se valoraría extenderla a otras áreas.