Personal de Sacyl y de la concesionaria del HUBU, Eficanza, está estudiando distintas fórmulas para mejorar el sistema de gestión de colas en las consultas externas, donde, salvo excepciones -unas justificadas y otras no-, ya no se debería vocear el nombre de los pacientes para organizar las entradas a los despachos de especialistas. Desde noviembre, los pacientes tienen que sacar un tique con un número -como en Correos o Hacienda- en cualquiera de las seis máquinas instaladas con ese objetivo en distintas zonas del hospital. Una de las quejas recurrentes en estos tres meses ha sido que suelen formarse largas colas, a pesar de que casi siempre hay personal de Sacyl informando y ayudando.
Así que se ha considerado prioritario tratar de evitar esas filas en el recibidor -o ante cualquiera de los seis puntos de expedición de tiques- mediante algunas opciones técnicas que agilizan el proceso porque evitan que el paciente tenga que teclear datos (el número de la tarjeta sanitaria o del DNI), pero que deben probarse antes de implantarse, según explican distintas fuentes no oficiales.
La que, a priori, parece más sencilla es la implantación de un sistema de código de barras, porque las máquinas expendedoras ya tienen lector. Así, la idea es que en la carta que se envía a casa con la fecha y el servicio en el que se tiene la consulta se incluyera un código de barras -como el que aparece en los recibos y en las multas- para que el paciente, el día de la cita, solo tenga que colocar la carta frente al lector y obtener así el tique con el número que aparecerá en la pantalla del servicio correspondiente cuando le toque entrar al despacho del especialista.
De esta manera se agilizaría mucho la expedición de tiques, porque no habría que marcar dato alguno en la pantalla. Algo que tampoco habrá que hacer si se opta por habilitar una opción de código QR además del código de barras, para que cada uno escoja la que le resulte más cómoda. En este caso, se colocaría una pegatina con código junto a las máquinas expendedoras y otra al lado de las puertas de las consultas, para habilitar el código que, siempre, debe emplearse para organizar los accesos y que es el que aparece en las pantallas de las salas de espera.
En sendos casos hay que hacer pruebas para comprobar que todo funciona y, sobre todo, que reduce las colas. Más a largo plazo se intentaría añadir la posibilidad de que los pacientes crearan el tique con el número para pasar a consulta directamente en la aplicación Sacyl Conecta; es decir, sin necesidad de pasar por una máquina expendedora de tiques en el hospital.
A voces, solo excepciones. Tres meses después de la implantación de este sistema, que trata de preservar la privacidad de los pacientes y cumplir la normativa relativa a la protección de datos, son excepciones los servicios en los que todavía se llama a gritos a los pacientes por su nombre o, a veces , también por el apellido.
Uno de ellos es Traumatología, donde este periódico ha constatado que en un pasillo abarrotado de gente, las enfermeras todavía salen a llamar por el nombre de pila a los pacientes; algo que también sucede en algunas consultas de Cardiología y en Digestivo, en el área de colonoscopias, donde se especifica que se va a hacer así.
En otros sitios, como el hospital de día de Oncología Médica, Radiología y Medicina Nuclear, todavía se llama por nombre y apellido porque el sistema de gestión de colas con tique está en pruebas. Pero se quiere implantar ya, en semanas, lo cual completará la implantación en todas las consultas externas del hospital.