Bares de Miranda unifican la imagen de las terrazas céntricas

Ó.C. / Miranda
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La hostelería apuesta por estructuras semifijas en las que invierten una media de 20.000 euros. Desde que eliminaron las carpas se ha instalado 8 en el entorno de la calle La Estación

Las estructuras semifijas son ya frecuentes en los establecimientos mirandeses. - Foto: Ó.C.

Toda ciudad busca tener un centro atractivo. No solo para los vecinos que pasean por las calles, sino también como argumento para atraer visitantes. La pandemia dejó una imagen en las zonas peatonales de Miranda repleta de carpas, y cuando a principios de 2023 desaparecieron, los hosteleros tuvieron que contestar a una pregunta: ¿ahora qué? Seis meses después, la respuesta salta a la vista en la calle La Estación y su entorno, donde el sector unifica la imagen de las terrazas. Lo hace voluntariamente, porque la ordenanza actual permite las estructuras semifijas que se han elegido, aunque la norma no dice nada de la estética, por lo que la fotografía podía incluir más de una alternativa.

Por ahora, en esta parte del centro hay ocho bares que ya han renovado sus veladores. Las sombrillas, cada una de un tipo, han dejado paso a una especie de carpa a dos aguas, algo que también supone una inversión «que ronda los 20.000 euros», indica el presidente de la asociación de hosteleros, Pepe Rey. En el Ayuntamiento de Miranda, el concejal responsable, Pablo Gómez, reconoce que la norma por la que se regula este uso del suelo público «desgraciadamente en la parte estética no se mete», aunque matiza que «nosotros conjuntamente con los hosteleros hemos intentado que en aquellas zonas en las que haya este tipo de estructuras se siga una idea lo más similar posible». 

Por este motivo, el todavía concejal de Seguridad Ciudadana afirma que «se ha respetado y es de agradecer», aunque reitera que «no es algo que podemos obligar». En este sentido, en los hosteleros sí que lamentan que la imagen de la ciudad haya quedado así porque todos los bares hayan optado por la misma idea, «aunque podía no haber sido así», reflexionan. Por este motivo, Rey aclara que «nos parece muy bien que el Ayuntamiento reconozca nuestra parte, pero si ahora llega otro bar y quiere poner una cosa distinta está claro que no pueden decirle que no, aunque esperemos que la recomendación que se está siguiendo, por el bien de todos, continúe en la misma línea».

Rey reconoce que «desde fuera ya se nos ha dicho que la ciudad de esta manera queda mejor», aunque recuerda que desde la asociación ha recordado en más de una ocasión los déficit de la norma vigente. En cualquier caso, con este ejemplo de los nuevos veladores, inciden en que «nosotros también trabajamos por el bien de la ciudad, pese a que la ordenanza tiene carencias», sostiene el hostelero.

De esta manera, la voluntad de los hosteleros y la recomendación de los responsables municipales ha permitido llegar a un punto en común, aunque Gómez incide en que «siempre hemos defendido que la ordenanza no había que cambiarla, porque permitía este tipo de alternativas más estables». No obstante, sí que diferencia entre «los cerramientos que se ha elegido y los que están anclados en el suelo, porque no se puede sujetar nada al firme», apunta Gómez, por diversos motivos incluidos el de la seguridad.

El concejal añade que la solución tras la desaparición de las carpas se da en zonas peatonales, como la calle La Estación, aunque en toda la ciudad hay más ejemplos, como en la avenida República Argentina, la pista deportiva próxima a la sede de la Seguridad Social y «nuevas licencias» pedidas en Francisco Cantera.