La belleza de lo común

R. PÉREZ BARREDO / Burgos
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Los arquitectos Luis Fernández-Galiano y Javier Sánchez Bellver realizan un recorrido por tiendas de todas las provincias para recuperar los lenguajes de la arquitectura popular en rótulos y fachadas de establecimientos en vías de extinción

Rótulos y fachadas de establecimientos en vías de extinción en Burgos. - Foto: L.L.A. y Arquitectura Viva

Están en peligro de extinción, y ese es el motivo que ha convertido en libro un paseo literario y fotográfico por los establecimientos comerciales que atesoran un aroma antiguo, de incuestionable y sugerente belleza. Han sido dos arquitectos, Luis Fernández-Galiano y Javier Sánchez Bellver, quienes han eternizado en La belleza común. España tienda a tienda (Arquitectura Viva) los lenguajes de la arquitectura popular en los rótulos y fachadas de viejos establecimientos. Se trata de un recorrido por las tiendas de cincuenta provincias españolas. La obra tiene su origen en el trabajo de documentación fotográfica que Sánchez Bellver desarrolló durante los años 1977 y 1978 con una beca de creación artística de la Fundación March, recogiendo a lo largo y ancho del país motivos de decoración popular urbana en viejas tiendas y establecimientos en riesgo de desaparición.«Sus imágenes reflejaban la variedad de temas y técnicas empleadas desde principios del siglo XX y hasta el despegue económico en los años cincuenta, mostrando la imaginación y el ingenio de artesanos y comerciantes, que conseguían transmitir sus mensajes publicitarios con medios precarios y aportaban carácter e interés al paisaje de las ciudades», explica Fernández Galiano.

A mediados de los ochenta comenzaron ambos a explorar la idea de un libro conjunto, con las imágenes del uno y los textos del otro, hasta que el proyecto cayó en el olvido, siendo resucitado hace unos meses. Todas las provincias están representadas. Naturalmente, está Burgos. Advierten los autores que el recorrido literario y fotográfico por esas tiendas de España recupera «los lenguajes de la arquitectura popular en lo vernáculo comercial, explora las fuentes cultas y la calidad intrínseca de lo naif o lo espontáneo, y transita por las aceras del país buscando lo que hemos llamado 'la belleza común': el escalofrío estético de la iconología instantánea en esa arquitectura de percepción peatonal que desaparece aceleradamente de nuestras ciudades. Es este un libro de la calle y por la calle», indican. 

Almacenes, tiendas de ultramarinos, panaderías, carnicerías, pescaderías, farmacias, librerías, sastrerías, sombrererías, mercerías, barberías, cafés, ferreterías, hojalaterías, pajarerías, floristerías, orfebrerías, paragüerías, perfumerías, licorerías, bodegas... Todos aquellos comercios de antaño, que apenas si resisten heroicamente, aparecen en este libro, excusa que nos sirve para revisitar algunos de los establecimientos burgaleses que aún conservan tanto la actividad a la que siempre se dedicaron como su arquitectura, sin que parezca, como en algunos casos, que son lugares ya centenarios.Por desgracia, en Burgos algunos de estos comercios ya no son lo que fueron, si bien han conservado, por fortuna, su armazón. Del libro que nos ocupa, sin ir más lejos, el establecimiento que representa a Burgos ya no existe: se trata de la hojalatería y fontanería Julián Burgos, que se hallaba en la calle Calera, muy cerca ya de la plaza Vega.

En la capital burgalesa siguen siendo muy significativos, y sirven de magnífico ejemplo, los establecimientos de la calle Sombrerería por los que parece no haber pasado el tiempo: Teodoro y Santos Soria se antojan una reliquia en el entramado urbano. Igual que la librería del Espolón que regenta Pilar Canales, largamente centenaria. Por desgracia, locales míticos como A la Villa de Madrid o Sedano, aunque han mantenido su arquitectura, son ya negocios que nada tienen que ver con lo que un día fueron. Otros, como el café España, están cerrados.