De segundo entrenador a titular

A.S.R.
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Pedro Bartolomé dirigirá su primera ópera, 'Cosí fan tutte', en ABAO Bilbao en enero tras trabajar como asistente para destacados batutas como Riccardo Frizza o Daniel Oren

Pedro Bartolomé siempre supo que la lírica, zarzuela y ópera, formaría parte de su vida, y lo está consiguiendo. - Foto: Jesús J. Matías

Desde la primera vez que escuchó la zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente en la casete que su padre ponía en el coche, Pedro Bartolomé supo que la lírica sería una compañera inseparable en su vida. Pensó que podía lograrlo cuando estudiando el Superior de Dirección y Clarinete en Oviedo veía cuantos ensayos podía en el Teatro Campoamor, donde sería asistente sin pretensiones de Guillermo García Calvo, actual responsable del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Y acabó de convencerse cuando se trasladó becado a Avellino, al lado de Nápoles, y conoció a Francesco Iván Ciampa en 2019. Fue decisivo para que hiciera sus pinitos como director asistente y esté colaborando con un buen puñado de batutas. Toda esta experiencia previa ha posibilitado la llegada de su gran oportunidad. De segundo entrenador a titular. ABAO Bilbao Ópera le ha encargado la dirección de Cosí fan tutte, de Mozart, dentro de su ciclo Ópera Berri, que busca poner este género al alcance de todos los públicos. La cita, el 28 de enero. 

«La lírica siempre me ha fascinado, no hay otra expresión de arte igual, se ponen en juego muchas variables a la vez: canto, interpretación, escenografía, vestuario... La ópera o la zarzuela son la obra de arte total; lo máximo», se entusiasma y añade que para él debutar en la capital vizcaína es «lo más», jugar en casa, y un orgullo hacerlo donde también dirigió Frühbeck. 

Aunque a priori queda mucho para ese gran momento, en el mundo de la ópera no lo es tanto. Bartolomé ya ha empezado a trabajar con la partitura, de más de 600 páginas. Primero, cuenta, ahonda en el contexto y el momento que vive el compositor. Cosí fan tutte, traducida al español como Así hacen todas, es una ópera bufa que relata los enredos de dos hermanas con sus novios, cuando ellos las tienden una trampa para comprobar si son o no capaces de serles infieles. Veinte días antes del estreno, iniciará los ensayos con el elenco. 

Toda la responsabilidad de esta producción caerá sobre él. Hasta ahora, otros cargaban con ese peso. Sus funciones como director asistente le han servido para introducirle en este mundo y conocerlo. Esta figura se creó principalmente para suplir al titular en los ensayos cuando aquel debe faltar, se convierte en sus oídos durante estos para comprobar cómo llega el sonido al patio de butacas... -«¡en Euskalduna me he hecho en una tarde hasta 6.000 pasos!», bromea-. En definitiva, está a lo que mande. 

Y Bartolomé ha seguido las órdenes de varios. Ciampa le dio su mejor consejo -«me dijo 'si quieres dirigir ópera, la manera es pegarte al culo de un director'. Y, realmente, es la única forma porque los conservatorios no lo enseñan, y menos en España, que no tiene tradición»- y su primera oportunidad. Le pidió que hiciera los primeros ensayos de Tosca en Las Palmas al coincidirle con una función en Múnich. 

«Yo no tenía ni idea, no se parecen en nada a los sinfónicos», recuerda. Pero se tiró a la piscina. Y no se ahogó. También de su mano llegó a ABAO Bilbao, donde conoció a su responsable artístico, Cesidio Niño. Este le abrió la puerta a colaborar con otros grandes como el italiano Riccardo Frizza, con el que hizo Lucia de Lammermoor en la ciudad vasca y La Cenerentola en el Teatro Real de Madrid, y el israelí Daniel Oren, «la champions en ópera», con el que trabajó en Cavalleria Rusticana y Pagliacci Alzira

Mientras disfruta de esta primera vez, sigue con la agenda de compromisos como asistente. Volverá a Bilbao con Loren, irá a La Maestranza de Sevilla con el francés Yves Abel... La lírica sigue en su vida.