Mucho asfalto y poco árbol

L.N. / Aranda
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Los expertos valoran de forma negativa las 'grandes' obras realizadas en los últimos meses en Aranda por no incluir apenas vegetación, al contrario que en Europa

Mucho asfalto y poco árbol en las últimas 'grandes' obras de Aranda. - Foto: Valdivielso y L.N.

Cada vez más, las ciudades de todo el mundo se preparan para combatir el calor con más vegetación y menos asfalto. En Aranda de Duero, las grandes obras que se han acometido en los últimos meses no parecen haber tenido demasiado en cuenta estas consignas. En la remodelación de la avenida de Castilla, una de las principales arterias de la capital ribereña, se han plantado la mitad de los árboles que estaban previstos en el proyecto inicial. Antes de reformar esta vía figuraban 73 ejemplares de plataneros. Ahora, sólo hay 36 magnolios y arces. En el anterior equipo de gobierno se limitaron a achacar este cambio de planes a «cuestiones técnicas», que en ningún momento llegaron a precisar.  

Mientras, en la cercana glorieta Rosales, cuya remodelación aún está inacabada y suma varios meses de retraso, se optó por eliminar el seto que había junto al aparcamiento. Quienes estacionaban allí sus coches no podían acceder a la acera y se veían obligados a caminar por la calzada, con el riesgo que ello implica. De ahí la decisión de quitar el seto. Sin embargo, lejos de ganar ese espacio para el peatón, ahora los coches 'se comen' el lugar donde antes había vegetación y sigue sin haber margen para los viandantes. Impensable en el caso de moverse en silla de ruedas, con andador o con un carrito de bebé.

Más ejemplos. En la calle San Francisco, otra de las vías principales de Aranda, también se ha llevado a cabo un reasfaltado y se han renovado por completo las aceras. Ahora bien, no se ha plantado ni un sólo árbol. Ni uno. La lista se completa con el arreglo del primer tramo de la avenida de Portugal, en el polígono industrial Allendeduero. Después de años de reivindicaciones por parte de las empresas, el Consistorio arandino impulsó una mejora y, aparte de sustituir las canalizaciones y de reasfaltar para eliminar baches, se arreglaron unas aceras destrozadas casi por completo y se ha creado carril bici. Pero... tampoco se ha puesto ningún árbol, por lo que no hay el más mínimo rastro de sombra. 

Así que frente a las recomendaciones de poner más árboles, agua y vegetación, y menos asfalto, en Aranda de Duero se han dado algunos pasos contrarios. Algo que expertos como César Marina, doctor en Ciencias Ambientales, considera una mala idea. «De manera general, la cubierta vegetal es muy beneficiosa para las ciudades y para la calidad de vida de sus ciudadanos. Además, reduce la temperatura de las calles en episodios de calor», detalla de primeras, mientras habla de beneficios «innumerables» como la mejora de la calidad del aire, «actuando de barreras físicas contra el material particulado, tan perjudicial para la salud». 

Así pues, Marina otorga una valoración negativa a los últimos proyectos urbanísticos que se han efectuado en Aranda, «más cuando la mayoría de las ciudades europeas tienden a lo contrario». Por su parte, Miguel Ángel Pinto, director del Aula de Medio Ambiente de Caja de Burgos, aboga por tomarse en serio estas cuestiones y optar por una fórmula en la que la masa verde tenga un peso relevante, porque así «cualquier ciudad mejora mucho». Al final, según dice, se trata de fijarse en lo que hacen en lugares más calurosos y adaptarlo.