Se dispara el sacrificio de vacas por el coste del alimento

I.P./ Burgos
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La mayoría de los ganaderos se resiste a 'limpiar' su cabaña esperando las lluvias para contar con pastos y forraje, y evitar así comprar pienso y paja, pero muchos confirman que ya han llevado al matadero las reses menos productivas

Raúl Bartolomé, de Vilviestre, alimenta a sus animales en el prado donde hace semanas deberían estar comiendo pasto. - Foto: REBECA RUIZ BARBERO

Raúl Bartolomé lleva más de 17 años con su explotación ganadera en Vilviestre del Pinar. Veía futuro en el sector, tal es así que su mujer dejó el trabajo y se incorporó a la empresa en régimen compartido. Cuentan con unas 120 cabezas de vacuno, 20 yeguas y un rebaño de ovejas. Hoy la ilusión ha dado paso al pesimismo ante la crítica situación que vive el sector, sobre todo el vacuno, encadenando dos años de sequía que ha dejado a los animales prácticamente sin pastos, y con los precios desorbitados de los forrajes y piensos, así como de la paja que ahora mismo ya escasa y lo hará más de cara al invierno ante la pésima cosecha de cereal que se vecina en la provincia.

Ante estas expectativas, Raúl ha decidido 'quitarse' de algunos ejemplares, concretamente una docena de vacas que el tratante se encarga de llevar al matadero. Lo hace para minimizar costes y ni siquiera cuenta con que eso vaya a hacer rentable la explotación, «la ganadería no lo es en estos momentos, al menos a ver si así no vamos a pérdidas», añade. Además, en su caso, tiene que cumplir ciertos requisitos de la PAC por la incorporación de su mujer, de tal manera que en 5 años debe mantener los derechos, lo que le obliga a que antes de quitar la vacas -las menos productivas-, ha tenido que comprar otras jóvenes. Raúl califica la situación de insostenible y recuerda que tiene dos hijas que alimentar "y las cosas no están nada bien".

(Más información y testimonios, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos)