Burgos se encuentra este lunes en alerta naranja por lluvias y tormentas en la Cordillera Cantábrica y el Norte. De acuerdo con el sistema de alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) el riesgo es importante por lluvias de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora y por precipitaciones de "granizo grande" en ambas zonas de la provincia burgalesa. 

Según la información facilitada a EFE por el portavoz de AEMET, Rubén del Campo, mañana de nuevo, se repetirá la situación de "tormentas y chubascos abundantes" en el norte y el este de la península ibérica, donde las bajas presiones atlánticas continuarán aportando lluvia y granizo, con precipitaciones localmente fuertes sobre todo en el Cantábrico oriental, Alto Ebro y el Pirineo occidental.

El miércoles, el verano se estrenará oficialmente con una situación similar, que se irá generalizando en casi todo el país a medida que avance la jornada, pese a lo cual las temperaturas ascenderán hasta superar los 34 grados en el valle del Guadalquivir, el prelitoral de Cataluña, puntos del sureste y también en Mallorca.

Sin embargo el pronóstico para el jueves anuncia la llegada de un anticiclón que, además de despejar el cielo, traerá consigo un "ambiente muy cálido" según AEMET, con máximas de entre 35 y 40 grados, que irá extiendo su influencia el viernes y el fin de semana.

En Canarias, habrá nubes y algunas lluvias, mucho más suaves, martes y miércoles en las islas de mayor relieve, mientras que el resto de la semana contará también con algunos intervalos nubosos y alguna llovizna dispersa.

Este fin de semana ha dejado algunas trombas de agua como la que cayó el sábado por la tarde en la localidad zaragozana de Quinto, con 60 litros por metro cuadrado e intensidades torrenciales de 30 litros en apenas diez minutos, mientras que en la propia Zaragoza las fuertes precipitaciones obligaron a los bomberos a desplegar unos 60 servicios y, en Huesca, fue necesario suspender el concierto de Bob Dylan, que regresaba a la ciudad aragonesa después de treinta años.

La tarde noche del domingo también dejó algunas descargas fuertes como la de Guadalajara donde el granizo causó daños en algunos vehículos aunque por fortuna sin registrar daños personales.

Si bien las precipitaciones de las últimas fechas no son suficientes para paliar la situación de sequía en España, al menos han permitido aliviarla un poco y un ejemplo de ello son los embalses catalanes, donde las reservas han crecido dos puntos en la última semana por lo que han pasado del 28 al 30 % de su capacidad.

En este caso, el pantano de Sau ha sido el más beneficiado: se quedó apenas al 6 % de su capacidad después de trasvasar parte de su agua al de Susqueda pero los chubascos de los últimos días lo han elevado hasta el 29,59 % -si bien hace un año por estas fechas estaba al 55 %-.

Desde el pasado 2 de mayo hay 495 municipios catalanes en situación de excepcionalidad hídrica, es decir, con restricciones de agua en usos agrícolas, industriales y lúdicos, aunque sin afectación en el agua de boca en los domicilios.