Limpian la Vía Verde pero olvidan el tramo en Santé

S.F.L. / Briviesca
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Denuncian que la vegetación se come parte de la senda a lo largo de 500 metros tras pasar Oña, a la altura de la finca. Una cuadrilla la retiró de Sotragero a Castellanos y en Poza la desbrozó el Ayuntamiento

La maleza invade el tramo que pasa por Santé. - Foto: S.F.L.

Los usuarios de la Vía Verde a su paso por el entorno de Oña ponen de nuevo el grito en el cielo. Hasta hace escasas semanas el trazado que une la localidad de Terminón con la villa condal presentaba un «estado total de abandono con hierba que entorpecía el paso por su densidad no solo en las cunetas, también por el centro», denunció el gaditano José Joaquín Sieso a su vuelta del paseo. Tragsa, la empresa encargada de ejecutar el proyecto, se hizo eco y la primera semana de agosto «desbrozó toda la maleza», aclara a este periódico la alcaldesa de la villa condal, Belén Paramio. Sin embargo, olvidó pasar la maquinaria por la zona de Santé, totalmente invadida por una densa vegetación que obliga a muchos de los ciclistas a bajarse de sus bicicletas para evitar caídas y a algunos caminantes a darse la vuelta. 

Julián, Dolores, Rafael o Alberto, todos ellos vecinos o veraneantes de la Bureba, hacen uso del Camino Natural Santander-Mediterráneo en sus salidas deportivas o simplemente para pasear y disfrutar del paisaje. A todos ellos les sorprende «la dejadez que presenta el camino a partir de la finca a lo largo de unos 500 metros y la falta de labores de mantenimiento en una zona tan transitada», a pesar de que la obra todavía no haya concluido.

Las lluvias de junio y una nula atención han provocado que el paseo se asemeje a una selva, convirtiendo esa parte concreta del tramo en el mejor cobijo para las culebras, con plantas que superan el metro de altura. A Mónica le encanta pasear con su perro por la Vía Verde y en verano, sobre todo, por esa zona porque «es más fresca que los pasos por los pueblos de la Bureba». Este verano, por contra, se decanta por tomar la dirección contraria -sentido Burgos- porque no se siente «segura al andar entre tantos hierbajos». Además teme que su animal juegue con algún reptil y reciba un picotazo o mordisco. 

Desde el consorcio de la Vía Verde Santander-Mediterraneo del tramo Sotragero-Castellanos, entidad encargada de la gestión, conservación y la promoción del trayecto, son conscientes de la delicada situación en algunas partes, pero el gerente, Miguel Ángel Petit, recuerda que «solo tenemos potestad para actuar hasta Castellanos de Bureba». La Diputación asignó una cuadrilla de trabajadores para que durante seis meses acondicionaran los 47 kilómetros que separan ambas localidades, pero el contrato finalizó y no habían retirado la vegetación en el tramo que pasa por Lences, Poza de la Sal y Salas de Bureba. Aprovechando que los operarios municipales de la villa salinera solicitaron permiso para limpiar el monte con motivo de la celebración de una prueba BTT, desbrozaron también la Vía Verde.

Por contra, la hierba continuando dando una imagen negativa al apoderarse del terreno a su paso por Santé. Los usuarios ruegan que tomen «cartas en el asunto porque no tiene sentido invertir tanto dinero en algo que no se cuida».