La Policía Local mantiene una férrea vigilancia los fines de semana en el entorno de la calle Briviesca, donde los problemas han aumentado en los últimos dos años por la afluencia de clientes en dos bares que hacen las veces de 'after'. Esto ha dado lugar a numerosas quejas por ruidos y, sobre todo, a un incremento de las peleas y agresiones.
Dentro del marco de vigilancia, control y seguridad aplicado en la zona de ocio de la calle Briviesca, llevado a cabo durante los últimos tres fines de semana de julio, hay que contar con más de 53 actas por tenencia de sustancias estupefacientes (sobre todo hachís, marihuana y cocaína) y cinco actas más por portar armas prohibidas u objetos peligrosos.
Más allá de estas actuaciones, el cuerpo municipal llevó a cabo la última semana de junio diferentes intervenciones que permitieron la incautación de varias dosis de droga. La primera tuvo lugar el jueves 27 de julio sobre las 21:00 horas y dentro del marco de una operación para evitar el menudeo de sustancias estupefacientes. Varias dotaciones comprobaron que en una terraza de un establecimiento de hostelería de la calle Compostela, un varón de 51 años fue sorprendido realizando varias entregas de hachís a dos personas, un hombre de 56 años y una mujer de 31, por cierta cantidad de dinero.
Acto seguido los compradores fueron identificados y propuestos para sanción además de ser registrados mediante el perro detector de drogas. Por su parte otra dotación de agentes de paisano de la Policía Local, detuvo al vendedor que circulaba en patinete eléctrico
La segunda intervención ocurrió en la plaza de Guadalajara el pasado lunes 31 de julio sobre las 16:00 horas. Agentes interceptaron a un varón de 18 años que al percatarse de la presencia policial tiró un paquete a una zona ajardinada. En el registro se localizó la cantidad fragmentada de 105 euros repartida en un billete de 50 euros, otro de 20, dos más de 10 euros y uno 5, además de otros 10 euros en monedas de uno y dos euros. Posteriormente el agente detector de drogas de la Unidad Canina logró localizar, en la zona ajardinada, una pequeña bolsa en cuyo interior se escondían catorce envoltorios de cocaína cuyo pasaje alcanzó aproximadamente 4 gramos y estaba preparado para su distribución y venta.
A esto hay que sumar la identificación de 8 jóvenes de entre 13 y 15 años consumiendo sustancias estupefacientes en la antigua residencia Peña Amaya.