Los deberes de Castilla y León para el nuevo Gobierno

David Alonso
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El mundo empresarial, sindical, económico, agrícola y social de la Comunidad plasman sus principales reivindicaciones para el Ejecutivo que salga de las urnas tras las elecciones Generales del 23-J para impulsar el futuro autonómico

Los deberes de Castilla y León para el nuevo Gobierno - Foto: CORCES

No es Navidad, pero la carta para los Reyes Magos de Castilla y León ya está escrita. Una lista de deseos que el mundo empresarial, sindical, económico, agrícola y social han trasladado a este periódico para dejar cuenta de los deberes que el nuevo Gobierno que resulte elegido tras las elecciones Generales del 23 de julio en Castilla y León. Ninguna de las doce instituciones o asociaciones consultadas reclama ninguna obra faraónica ni extravagante, y, si algo concita la unanimidad de todos ellos, es la necesidad de llevar a cabo medidas que garanticen un futuro digno para la Comunidad. La forma de alcanzarlo ya tiene apellidos diferentes. Aunque la gran mayoría coincide en la reclamación por acometer las reformas necesarias para que Castilla y León no se descuelgue del tren de oportunidades de los fondos europeos y se vertebre dentro de los grandes corredores económicos y empresariales.

La ausencia de grandes líderes en la Comunidad durante la campaña electoral –Feijóo y Abascal son los que más se han prodigado, con dos visitas cada uno, por una de Yolanda Díaz, y ninguna de Pedro Sánchez– dificultan la posibilidad de que el tejido productivo, laboral y social autonómico hayan podido trasladar a los grandes partidos sus exigencias más acuciantes para cada sector. Y es que, a pesar del dinamismo económico de la Comunidad –el PIB creció un 4,6% en el primer trimestre del año–, la wishlist de Castilla y León acumula muchos años de 'regalos' que no llegan y demandas incumplidas. Tanto a nivel de infraestructuras, como legislativamente. Todo ello sin perder de vista el gran problema transversal que atraviesa cada uno de los 400 kilómetros que separan los puntos más septentrional y austral de la Comunidad: la despoblación.

Precisamente, esta lucha contra el declive poblacional y el envejecimiento social que atenaza a Castilla y León sigue esperando la aprobación de la tan ansiada regulación nacional que, de una vez por todas, dibuje un marco normativo que ponga plazos y presupuesto a un problema que amenaza con convertirse en el gran reto autonómico de este siglo.

Principales deberes

El mundo empresarial de Castilla y León, cuestionado por este periódico, reclama al nuevo Ejecutivo de España un marco regulatorio y económico favorable a la empresa, así como estabilidad jurídica que afiance las inversiones en la Comunidad. Sin olvidar la gestión de los fondos europeos y la importante oportunidad que suponen para la reindustrialización de Castilla y León. Por su parte, los economistas hacen hincapié en la necesidad de que el futuro Gobierno no pierda de vista la estabilidad presupuestaria, como salvaguarda de los servicios públicos.

Los sindicatos, como representantes de los trabajadores, apuestan por fortalecer el Diálogo Social en España, así como culminar los cambios introducidos por la reforma laboral aprobada el pasado año, y avanzar en la protección de los empleados. La automoción, uno de los pilares económicos de Castilla y León, espera que se genere un «entorno idóneo» para que las compañías puedan seguir creciendo y, sobre todo, que se consiga la atracción de nuevas inversiones. ?Agricultores y ganaderos, otro de los puntales del PIB autonómico, claman por una apuesta clara por el sector que sirva para garantizar la rentabilidad de las explotaciones y que posibilite que haya un relevo generacional en el campo regional.