Cuando el pleno quiere, para todo se da maña

P.C.P.
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Además del Presupuesto, aprueban las bases de los Planes Provinciales de 2023, lo que no sucedía desde 2019, otro año electoral

Cuando el pleno quiere, para todo se da maña - Foto: Alberto Rodrigo

Cuando el bipartito quiere, para todo se da maña. Además de querer, puede, porque tiene la mayoría suficiente para sacar adelante cualquier votación en el Pleno, y siente en la nuca el aliento de la precampaña. Para los pueblos, ojalá hubiera elecciones cada año y el dicho de Mariquita no fuese la excepción, porque así podrían ver cómo los Planes Provinciales se aprueban mucho antes y no tienen que andar a última hora justificando las inversiones que tanto cuesta sacar adelante o angustiados con una posible prórroga, sobre todo en los últimos tiempos, cuando resulta tan complejo encontrar empresas que las ejecuten en tiempo, presupuesto y forma.

El equipo de gobierno de la Diputación dio ayer el primer paso para conseguir en febrero de 2023 la aprobación definitiva de esas bases, algo que este año no ha ocurrido hasta septiembre, una celeridad que el viceportavoz socialista Javier Lezcano agradeció, si bien no entiende «por qué esperar» hasta entonces si el Presupuesto, también aprobado ayer inicialmente, puede entrar en vigor a 1 de enero. 

Eso permitirá, gracias a la «magia de las elecciones», como la definió el portavoz del PSOE, David Jurado, que la distribución de los fondos esté lista antes de la cita con las urnas. «No han corrido tanto en todo el mandato», les recriminó al PP y a Ciudadanos para votar en contra. «No se ha tenido en cuenta ninguna de nuestras aportaciones», salvo la posibilidad de destinar a gasto corriente el 30% -con independencia del tamaño de la localidad-, apuntó Lezcano. Esa novedad, y el 10% para ruinas, fueron destacadas por Eduardo Munguía, que animó a los alcaldes «a que vayan preparando sus proyectos».

Pese a quedar Eduardo Munguía relegado de la portavocía de Ciudadanos en la Diputación tras un enfado de Lorenzo Rodríguez, ayer sí pudo defender las bases de los Planes Provinciales, de cuya comisión es presidente. Del Presupuesto, sin embargo, habló Laura Puente, que dio la rueda de prensa de presentación con Rico y sin el diputado de Hacienda, David Colinas, lo que le afeó el PSOE.

Borja Suárez, portavoz del PP, subrayó que el pacto con Cs ha significado mayores recursos para los ayuntamientos, al pasar de 18,9 a 34,9 millones las transferencias que reciben, 30 de ellos vía Planes. «Les ha faltado la guinda a ese pastel», apuntó la diputada no adscrita Mar Alcalde, que a su juicio hubiera sido evitar que los ayuntamientos y pedanías adelanten dinero. «El anticipo puede parecer corto, pero si la obra está acabada en noviembre», puso como ejemplo Suárez, les llegará «el 100%. Por lo tanto, no habrá ningún tipo de perjuicio» para los pueblos.

El presidente, César Rico, introdujo el debate sobre el Presupuesto, que calificó de «inversor» con 146,8 millones de euros, y en el que destacó novedades como los 500.000 euros para la depuración d agua en localidades de menos de 500 habitantes, que llegará a través de un convenio con la Junta aún sin firmar; los 200.000 euros más para la convocatoria de bienes etnográficos, dada la cantidad de solicitudes que este año se han quedado sin atender, y la recuperación de las ayudas para cercados y abrevaderos. También se introducirá el «concepto de tramitación anticipada», que permitirá avanzar proyectos de carreteras, caminos rurales e instalaciones deportivas y pagarlos en 2024. 

Jurado le echó en cara que venda esa «moto» cuando la ley que permite la tramitación anticipada de contratos se permite por ley desde 2017, mientras baja la inversión prevista y se repite el mismo listado de proyectos «un año tras otro, y lo que es peor, sin aprovechar los fondos europeos» salvo para «colar» un proyecto menor en San Salvador de Oña y la reforma del Consulado del Mar, que llevaba años pendiente. Ni «digitalización, ni eficiencia energética. ¡Nada!», lamentó. También criticó el incremento del presupuesto para el IDJ, al que se refirió como una agencia de organización de «eventos de elite» que «olvida el deporte y la juventud», y de Sodebur. «Como el presidente dispone de 300.000 euros para repartir como él quiere, el señor Rodríguez quiere su fiesta para tener algo que repartir», en referencia al vicepresidente primero. 

Suárez insistió en que son unos presupuestos «ambiciosos, prudentes y responsables» y reprochó alPSOE que no plantee nuevos proyectos, además de avanzar que solicitarán fondos europeos para Clunia y Valpuesta. Defendió que no tienen forma de generar más ingresos porque «no es el momento» de subir los precios públicos de las residencias y que no solo «esta fiesta la monta Sánchez pero la pagamos todos los españoles», sino que además «no es tal», ya que se están «destruyendo empresas» y no ve el portavoz del PP motivos de celebración.