Frías amplía la plantilla con 4 jóvenes gracias a Europa

S.F.L. / Frías
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El Ayuntamiento ha recibido una subvención de 94.528 euros de los Fondos Next Generation, destinada a impulsar iniciativas que fomenten el crecimiento económico y la creación de nuevos puestos de trabajo

Frías amplía la plantilla municipal y contrata a 4 jóvenes gracias a Europa. - Foto: S.F.L.

La ciudad de Frías ha dado la bienvenida al año nuevo ampliando la plantilla municipal con la contratación de cuatro jóvenes talentos de diferentes sectores que durante un año desarrollarán sus capacidades profesionales. La semana pasada, Lorena Rodríguez, como community manager, Alejandro Arias, experto en jardinería, Nicolás Martínez, realizando tareas de peón de servicios múltiples, y Álvaro Ruiz, como guía turístico, se embarcaron en un proyecto significativo para la localidad, formando parte del Programa de Primera Experiencia Profesional en la Administración Pública, una iniciativa que busca fortalecer la participación activa de la juventud en la vida pública y gubernamental, además de la creación de empleo.

La incorporación de los jóvenes ha sido posible gracias a la subvención financiada por los Fondos Next Generation-EU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de 94.528 euros, y desde el pasado día 2 de enero desempeñan sus correspondientes funciones. Además de tratarse de una oportunidad para el crecimiento personal y profesional, también promete aportar nuevas perspectivas y energía a la localidad ya que su actividad contribuirá a la colaboración intergeneracional, al desarrollo sostenible y a la implementación de iniciativas innovadoras. 

La concejala Silvia Quintana considera que este tipo de iniciativas favorecen a los municipios más pequeños, ya que «animan a los jóvenes a quedarse aquí a vivir o, incluso, a que se trasladen desde otras localidades más pobladas». A pesar de que solo llevan una semana de trabajo, los cuatro se muestran muy ilusionados de tener la oportunidad de demostrar lo que valen en un municipio «tan conocido y visitado». Son conscientes de que al cabo del año recibe a más de 80.000 turistas y tanto el cuidado de las calles, las zonas verdes, la promoción y la atención al público debe ser impecable. 

Lorena Rodríguez, community manager.Lorena Rodríguez, community manager. - Foto: S.F.L.

Lorena Rodríguez (22 años). Community manager

«He dejado Soria porque no podía perder esta oportunidad»

El 28 de diciembre recibió una llamada que, sin duda, ha cambiado su vida. No se trató de una inocentada si no de una gran oportunidad para desarrollar sus conocimientos como community manager en la ciudad más pequeña de España. Lorena Rodríguez no había escuchado el nombre de Frías y hasta la semana pasada apenas conocía la provincia burgalesa. Ahora, la realidad es otra. En un abrir y cerrar de ojos se despidió de su Soria natal para trasladarse a este encantador municipio con las ganas e ilusión de aportar todos sus conocimientos adquiridos tras años de formación en Cuenca (donde estudió el Grado de Comunicación Audiovisual). 

«No lo pensé ni un segundo. Me llamaron del Servicio Público de Empleo de Castilla y León para exponerme el puesto de trabajo que ofrecía el Ayuntamiento y al momento respondí que sí me interesaba. Hacía poco tiempo que me había inscrito y no podía perder esta oportunidad», comenta con emoción. Por el momento reside en una vivienda que la corporación le ha cedido durante un mes, pero ya busca un nuevo hogar en el que pasar el resto del año. Confiesa que le encantaría quedarse en la localidad pero que «el tema de alquileres está complicado», por lo que no descarta mudarse a algún pueblo cercano.

Nicolás Martínez, peón de servicios múltiples. Nicolás Martínez, peón de servicios múltiples. - Foto: S.F.L.

Respecto a las funciones que implica ser la primera community manager de la ciudad fredense están la creación y gestión de contenido online, la interacción con los usuarios que siguen las redes sociales, publicidad, redactar noticias en la página web, la promoción y difusión de información oficial, entre otras. Siente especial curiosidad por la «sonada llegada masiva de turistas en los meses de primavera y verano» y de formar parte del trabajo de un calendario cultural «enorme, el más potente que he visto en un lugar con tan poca población», añade. Respecto a en qué invertirá el tiempo libre, la soriana pretende inscribirse en alguna actividad, como pilates o gimnasia, que organizan las asociaciones locales. 

Álvaro Ruiz (24 años). Guía turístico 

«Es un orgullo explicar la historia de este lugar tan bonito»

Si Álvaro Ruiz tiene que poner un pero a su nueva etapa profesional es conducir por El Portillo de Busto en esta época del año para trasladarse de su domicilio en Briviesca hasta Frías. El domingo se tuvo que dar la vuelta por la nieve y aunque por el momento no pretende dejar la capital burebana, puede que en un futuro se lo piense. El motivo por cual conduce cinco días a la semana por dicha carretera es el contrato de guía turístico que ha firmado con el Ayuntamiento. Desde el pasado martes comparte con entusiasmo la rica historia y los encantos de esta localidad con turistas y lugareños por igual, y confiesa que nunca antes había imaginado la cantidad de visitantes que recibe. «El día 2 de enero pasaron por la Oficina de Turismo más de cien personas, una auténtica barbaridad tratándose de esas fechas», manifiesta todavía sorprendido pero a la par entusiasmado. 

Alejandro Arias, jardinero.Alejandro Arias, jardinero. - Foto: S.F.L.

Estudió el Grado de Historia y Patrimonio en la Universidad de Burgos y un Máster Universitario en Formación del Profesorado, con la intención de redireccionar su futuro hacia el mundo de la enseñanza. Sin embargo, sus intenciones han dado un giro de 180 grados y le esperan doce meses de trato directo con viajeros. «Mi principal función consiste en llevar a cabo las visitas guiadas por el casco histórico de la localidad, mostrando todos los atractivos del mismo y explicando la historia de cada uno de ellos. También apoyaré a mis compañeros de la Oficina de Turismo y realizaré tareas relacionadas con las suyas, como atender en el mostrador y mostrar otros lugares de interés cercanos», declara.  

Que una de las plazas ofertadas correspondiese con una que él pudiera ocupar «ha sido toda una suerte, y sobre todo que el contrato sea de un año, que para los de mi generación ya es largo si lo comparas con lo que ofrecen en muchísimas empresas», añade. Además de conocer y compartir ratos muy agradables con otros compañeros de trabajo, ya ha tenido el placer de conocer a los otros tres que han corrido su misma suerte. 

Alejandro Arias (21 años). Jardinero 

Álvaro Ruiz, guía turístico.Álvaro Ruiz, guía turístico. - Foto: S.F.L.

«No me importa cambiar de residencia si el trabajo me gusta» 

A pesar de su corta edad -21 años- Alejandro Arias derrocha personalidad por los cuatro costados. Tiene claro lo que quiere y desde muy joven ha luchado por conseguirlo. Se ha criado en Valladolid, pero los mejores momentos de su vida los ha pasado en el pueblo de su abuela, Montejo de San Miguel, ubicado a seis kilómetros de Frías. Estudió un grado medio de técnico de forestal en Coca (Segovia), donde permaneció dos años interno, y un segundo de paisajismo y diseño de jardines, que los ha complementado con varios cursos de carretillero, motoserrista y poda en altura.  

Conoce de primera mano el mundo rural y siempre soñó con irse a vivir al pueblo. Ya probó hace un tiempo mientras trabajó en un vivero en Medina de Pomar, y fue cuando realmente comprobó que la España vaciada era para él. El único pesar que tiene es que se encuentra lejos de su familia, sin embargo, ver a su novia todos los fines de semana lo compensa con creces. Amante de la naturaleza y del entorno que le rodea, confía en disfrutar del año de trabajo y desarrollo personal que le viene por delante como jardinero del Consistorio fredense.  

En el momento en el que descolgó el teléfono y le comunicaron que le habían seleccionado para ocupar el puesto de trabajo la alegría se apoderó de él, ya que asegura no importarle cambiar de residencia si el trabajo le gusta y merece la pena. Andaba pendiente de aceptar un cargo en una empresa de Valencia pero, por el momento, permanecerá en Las Merindades. Vive solo en un pequeño pueblo en el que no hay jóvenes de su edad ni mucho movimiento, pero esos «pequeños detalles» no se han convertido en ningún impedimento para gozar. Además de a Frías, que por motivos laborales y de ocio acude a diario, el gimnasio de Quintana Martín Galíndez es otro de los lugares por los que se deja ver habitualmente. Confía en que la experiencia sea lo más agradable posible durante este año y espera que cuenten con él «muchos años más».

Nicolás Martínez (21 años). Peón de servicios múltiples

«Me encanta la vida en el pueblo y me gustaría quedarme aquí» 

Nicolás Martínez, de 21 años, es uno de los jóvenes que desafían a la despoblación. Desde niño ha sabido sobrellevar la falta de gente de su edad en ciertas épocas y comprender que residir en Frías los 365 días del año arrastra algún inconveniente, como trasladarse a otra localidad para ir al instituto o salir de fiesta, aunque para él son muchas más las ventajas que ofrece. «Me encanta la vida en el pueblo y me gustaría quedarme aquí, pero soy consciente de que esto no es para todos», reconoce. Es de los pocos que se crió en el municipio y nunca ha cambiado de ubicación porque, gracias a la responsabilidad que le caracteriza, nunca le ha faltado trabajo. Ha recogido lechugas con su padre, servido copas en un bar y limpiado las calles. 

Ahora desempeña el vital rol de peón de servicios múltiples, contribuyendo con su dedicación y habilidades polifacéticas para mantener el orden y la funcionalidad en diversos aspectos de la comunidad.

Emocionado con la oportunidad que el Consistorio le ha brindado -también le contrató durante tres meses hace tiempo- promete dar lo mejor de sí mismo para que su localidad muestre su mejor cara. Asegura que «aunque no viva demasiada gente siempre hay cosas que hacer», sobre todo arreglar fugas de las tuberías, recoger basura y llevar a cabo los preparativos necesarios de cara a la celebración de las fiestas patronales y diversos eventos organizados durante todo el año.

Se siente «afortunado» al haber conseguido ocupar el cargo ya que «aquí el tema laboral está fastidiado, por lo que firmar un contrato de un año se traduce en doce meses sin preocupaciones». No tiene ninguna intención de cambiar de localidad -salvo a causa mayor- y aspira a continuar su vida rodeado de montaña, animales y naturaleza. A este fredense de pura cepa no se le ha perdido nada en las ciudades e intentará cumplir al cien por cien su compromiso con el municipio para que cuenten con él en futuras ocasiones.