Cuando el Dakar atravesó Burgos

C.P. / Burgos
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El rally más exigente del mundo pasó por la provincia en el invierno de 1993, hace ya 30 años. Miles de burgaleses se congregaron en los arcenes de la N-1 y la A-1 para ver el espectáculo

Miles de burgaleses se congregaron en la N-1 y la A-1 para esperar a la caravana del Dakar, que llegó con más de dos horas de retraso. - Foto: DB

Eran las 13.00 horas del  29 de diciembre de 1993. Miles de burgaleses se agolpaban en los arcenes de la N-1 y los puentes que cruzaban la autopista A-1 esperando que entre la espesa niebla que cubría ese día la capital aparecieran alguno de los 259 participantes del Rally París-Dakar-París, que por primera y única vez en su historia iba a transcurrir por tierras burgalesas. Ni el frío ni las horas de retraso respecto al horario previsto desanimaron a la multitud de curiosos.

La organización del Dakar cambió de manos en su decimosexta edición y los nuevos responsables apostaron por un recorrido con salida en París y llegada a Eurodisney atravesando Francia, España, Marruecos, Mauritania y Senegal. La capital francesa dio el pistoletazo de salida el 28 de diciembre en una etapa que llegó hasta Burdeos y, al día siguiente, los 259 participantes recorrieron la Península Ibérica hasta llegar en Granada. La caravana del Dakar entró por Irún, pasó por Vitoria y llegó a Burgos sobre las 16.00 horas. Un largo rosario de vehículos entraron por el norte de la ciudad en dirección a Madrid e hicieron las delicias de los aficionados de todas las edades allí presentes. «Las tripulaciones pasaron muy desperdigadas, sin embargo, resultó un auténtico espectáculo su transcurrir por tierras burgalesas», contaba Diario de Burgos en sus páginas al día siguiente.

Tan solo era la segunda etapa del Dakar y a los pilotos todavía les quedaba lo más duro. En apenas unos días, iban a pasar de la niebla y el frío burgalés al calor del desierto africano. Fue un camino de ida y vuelta entre París y Dakar, pero en el regreso ya no volvieron a recorrer la provincia, sino que trazaron una línea recta entre Motril (Granada) y el sur de Francia, pasando por Castilla La-Mancha, Aragón y Cataluña. 

Para entonces, ya no tenían las mismas fuerzas ni todos estaban en liza. Los ganadores de aquella edición fueron el francés Perin Lartigue en coches, el italiano Edi Orioli en motos y el checo Loprais en camiones.