No ocultó Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos, que la idea de su primera visita institucional a los yacimientos de Atapuerca era recorrer la Trinchera del Ferrocarril; es decir, conocer los avances de esta campaña en la Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina. Todo cómodo y fácilmente transitable. De ahí que ayer decidiera calzarse unos zapatos destalonados con plataforma y tacón generoso, lo cual no fue obstáculo alguno para que aceptara sin dudar enfrentarse a pedruscos y desniveles en las distintas subidas y bajadas hacia dos yacimientos que no conocía: la parte exterior de la Galería de las Estatuas y la entrada a Cueva Mayor, el Portalón. Salió más que airosa del trance y sin perder el sentido del humor. «Con tacones tiene más gracia», dijo, riéndose.

El Ayuntamiento de Burgos es patrono de la Fundación Atapuerca, la institución de apoyo a los yacimientos, y en el último Patronato, que era el primero de Ayala como representante de la ciudad, le ofrecieron acudir a la Sierra y ella aceptó a la primera. Porque, aunque había estado como procuradora y como senadora, además de con la familia, tenía interés en una explicación detallada. Y la aprovechó: se interesó por el proyecto, por la gestión, por el cometido de la fundación en el día a día, pero también por el detalle de lo que le iban contando. Lo que más le gustó, afirmó, fue ver la huella y las falanges de un rinoceronte en Gran Dolina. «Es lo más espectacular, porque, cuando no eres experto en el tema, ver algo de lo que te están relatando, te ayuda a comprenderlo», dijo, destacando «el valor extraordinario de que el equipo sea capaz de encontrar restos tan pequeños y trazar así la huella del tiempo».

Ayala estuvo acompañada de dos de los tres codirectores, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga; el secretario y la directora general de la Fundación Atapuerca, Alejandro Sarmiento y Eva Manrique; y el alcalde de Ibeas, José Ignacio Colina, así como por investigadores de cada uno de los yacimientos que le mostraron. Preguntó y repreguntó en el exterior de la Galería de las Estatuas, donde, además de encontrar fósiles de dos neandertales, se ha recuperado del sedimento ADN nuclear de cinco neandertales. Y otro tanto en el Portalón, en el que Arsuaga y su equipo desentrañan la historia de la población europea moderna, que es la considerada hasta hace 7.000 años. «Es todo espectacular», concluyó Ayala.