Reducir consumos, incrementar el confort, disminuir costes y aumentar el valor patrimonial. Todas estas ventajas son las que proporciona una vivienda que disponga de una buena calificación de eficiencia energética. Y ahora es el momento de invertir en ello porque, además de estos beneficios, existen fondos europeos y ventajas fiscales para las mejoras de las instalaciones residenciales, tanto las individuales como las comunitarias.

Bajo esta premisa de oportunidad, varios expertos reunidos por Promecal en una mesa de redacción, en colaboración con BBVA, avalan la rehabilitación energética del parque inmobiliario, uno de los más antiguos de Europa con 47 años de antigüedad media, y plantean la necesidad de que el sector público y el privado faciliten a los ciudadanos la mejora de viviendas y edificios simplificando el proceso. El encuentro, moderado por el director de El Día de Valladolid, Santiago González, contó con la participación de José Manuel San Millán, responsable de Financiación y Sostenibilidad de BBVA en la Regional Noroeste; Javier Galán, responsable de eficiencia energética en Gran Empresa de Iberdrola;y Felipe Romero, director técnico del Instituto de la Construcción de Castilla y León.

El potencial de rehabilitación energético de los edificios es muy grande en España". José Manuel San Millán.

Responsable de Financiación y Sostenibilidad de BBVA

Eficiencia energética, - consumo y + ahorroSan Millán explica que, aparte de los temas medioambientales y el cumplimiento de los acuerdos internacionales, la eficiencia energética conlleva un ahorro importante gracias al menor consumo y pone como ejemplo que una vivienda con calificación A gasta un 90 por ciento menos que con otras más bajas. Asimismo, incide en la existencia de fondos Next Generation y ventajas fiscales como la deducción en el IRPF de hasta el 60 por ciento de la inversión, a lo que se sumaría el confort inmediato que supone y la revalorización del patrimonio residencial. «Por todo ello, es un momento muy propicio para acometer proyectos de mejora», remacha.

Galán incide también en la oportunidad presente. «Se habla de inversión de futuro, pero se invierte ya o no hay futuro», afirma el directivo de Iberdrola, quien destaca la importante revalorización de la vivienda hasta en un 20 o 30 por ciento, ya que «en unos años si tiene una calificación energética mala quizás no pueda venderla ni alquilarla y lo que ahora se puede hacer de forma subvencionada lo voy a tener que hacer obligado y por un importe mucho mayor», advierte ante el asentimiento del resto. 

Se habla de inversión de futuro, pero se invierte o no hay futuro. A lo mejor en unos años no puedo alquilar o vender mi vivienda porque tiene una calificación energética mala". Javier Galán. Responsable de Eficiencia Energética en Gran Empresa de Iberdrola

Simplificar y flexibilizar

A todo esto asiente Felipe Romero, quien señala que todos los edificios anteriores a 2006 necesitan una renovación inmediata, para lo que hay que plantear «argumentos muy prácticos a los ciudadanos». No obstante, el director técnico de ICCL plantea la necesidad de una «simplificación» del proceso que permita proyectos llave en mano o profesionales que ofrezcan soluciones «concretas, personalizadas y muy creíbles». Una necesidad que debe ir de la mano de una flexibilización de las ayudas y subvenciones públicas, determinantes en la mayoría de los casos, para que lleguen a las personas y familias vulnerables, algo que dificulta la heterogeneidad de las comunidades de propietarios en nuestra Comunidad.

José Manuel San Millán. Responsable de Financiación y Sostenibilidad de BBVATodos los expertos navegaron en la misma dirección y resaltaron que, tras acometer obras de rehabilitación energética, todos los vecinos están satisfechos, incluso a veces con la sensación de haberse quedado cortos.

Por todo ello, Romero asegura que hay que seguir la «estrategia del palo y la zanahoria» buscando el equilibrio entre la exigencia legal que limite los consumos y el impulso de la rehabilitación con ayudas públicas. Y pone en valor que el ahorro se vea como «un valor mueble comercializable y vendible» con la llegada próximamente de los certificados de ahorro energético (CAE).

Más del 60 por ciento de los edificios están necesitados de mejoras en eficiencia, presentando un potencial de ahorro bastante relevante". Felipe Romero

Director Técnico del Instituto de la Construcción de Castilla y León

Javier Galán. Responsable de Eficiencia Energética en Gran Empresa de IberdrolaSan Millán concluye insistiendo en que este momento es muy propicio porque «la tecnología se ha abaratado, las subvenciones son un incentivo muy relevante y el elevado precio de la energía hace que la inversión se compense rápidamente». Y reclama fórmulas de colaboración público-privada para ayudar al ciudadano, algo que desde BBVA ya se ofrece a los clientes con un servicio integral que incluye todo desde principio a fin.

«Hay solo un mundo para todas las personas, pero cada persona es un mundo», así concluye Galán, quien insiste en que todas las razones son válidas para acometer proyectos de eficiencia energética porque «ahora es un momento en que solo hay zanahoria» y pide a la gente que «pierda el miedo y se ponga en acción con empresas de confianza», quienes deben hacérselo fácil para impulsar la eficiencia.

Acompañamiento en el proceso de rehabilitación

Las dudas o el desconocimiento de los ciudadanos sobre los costes o la tramitación dificultan la decisión de acometer estos proyectos, piensa José Manuel San Millán, por eso considera «clave» el papel de las entidades financieras como «acompañantes» más allá de la financiación.

El directivo explica que BBVA cuenta con varias líneas, además de realizar acciones divulgativas o informativas para que conozcan las alternativas. «Trabajamos con socios estratégicos como puede ser Iberdrola para facilitar a los clientes un servicio de llave en mano, en los que se incluye soluciones para el diseño, ejecución, tramitación de subvenciones y financiación», afirma San Millán, quien especifica que BBVA cuenta con un producto de financiación exclusiva para mejoras energéticas en comunidades de propietarios.