El edificio de los juzgados de Miranda está pendiente de una mejora. El Ministerio de Justicia canaliza fondos europeos para renovar este espacio y obtener una mejor eficiencia energética. En mayo, acabó el plazo para presentar ofertas y no llegaron, por lo que se declaró desierta. Sin embargo, ahora la administración central retoma el asunto para encontrar una empresa que se haga con el contrato valorado en casi 1,1 millones de euros. Desde Madrid, indican que ahora «el expediente está en fase de adjudicación por procedimiento negociado sin publicidad».

La mesa de contratación pidió documentación a Cotodisa Obra y Servicios SA, para garantizar que se encontraba al corriente de todos los pagos con la administración. Este requisito ya está validado, por lo que se acordó avanzar con el objetivo de evitar las demoras que podrían generarse con un nuevo proceso de licitación. Además, hay que tener en cuenta que la mejora energética de este inmueble está encuadrada, como un lote, dentro de un contrato mayor de 35 millones de euros, para financiar 22 actuaciones repartidas por todo el país. Solo en el caso de Miranda la licitación quedó sin interesados.

Más allá de este condicionante, la intención del Ministerio pasa por acometer las obras, que se extenderían por un periodo de nueve meses, en los que no se frenará la actividad, lo que obligará a actuar por las tardes, fines de semana o en festivos. Las tareas estarán enfocadas a mejorar la eficiencia, con una reducción de al menos un 30% del consumo de energía primaria. 

El proyecto básico de ejecución entregado a las empresas incluye una serie de medidas, como reforzar el revestimiento o instalar 66 placas fotovoltaicas en el tejado del inmueble. Del presupuesto total, más de medio millón de euros estará destinada a lo que se consideran «medidas pasivas». Este tipo de acciones incluye la mejora de toda la envolvente del edificio, la impermeabilización de la cubierta, el suelo y el cambio de toda la carpintería exterior, para lo que se contempla una inversión de casi 280.000 euros.

Para las «medidas activas» el gasto equivale a 181.000 euros, aunque en este capítulo el proyecto incluye algunas de las acciones más innovadoras, como las placas fotovoltaicas para el autoconsumo. La tecnología que se instalará no contempla la opción de verter el sobrante a la red.De esta manera, se busca «que solamente se aproveche lo generado y consumido en el mismo espacio de tiempo». La documentación contempla los 66 captadores que permitirán «un pico máximo de 29 kW», y también se remarca que los 38.000 euros que cuestan son «amortizables en un corto periodo de tiempo», dado su «gran fiabilidad y duración».

Entre el resto de las medidas activas, se encuadra la instalación de un cargador de vehículos eléctricos a través del sistema propio, además de renovar los puntos de luz con tecnología led y un sistema para controlar la iluminación.