La campaña más temida culmina con 30 fuegos de tamaño menor

G. Arce / Burgos
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Entre los meses de julio y septiembre apenas se han quemado 10 hectáreas en la provincia frente a las 2.405 calcinadas en los 107 siniestros del pasado verano

La campaña más temida culmina con 30 fuegos de tamaño menor - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

'Peligro bajo de incendios forestales'. Esta declaración de la Junta de Castilla y León puso el pasado miércoles punto y (esperemos) que final a un verano en el que se han mezclado las olas de calor extremo con las lluvias intensas durante una parte de los meses de junio y septiembre, un extraño coctel climatológico que ha permitido la campaña antiincendios más tranquila de los últimos años en la provincia. Se han pasado de los 107 siniestros del catastrófico verano de 2022 a los 30 del actual, 26 de ellos considerados como conatos. 

Pese a todos los temores que generó un abril sin lluvias, el balance del último verano ha sido muy positivo, según se desprende de los datos facilitados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que ha considerado que las precipitaciones generalizadas que llegan estos días reducen al mínimo los riesgos de fuego.

Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre se han quemado apenas 10 hectáreas en Burgos, tres de ellas de arbolado, 2,7 de matorral y monte bajo y 4,2 de pastos. Ningún siniestro ha superado las 5 hectáreas calcinadas, una circunstancia muy excepcional en el histórico de campañas, y tan solo 4 superaron la hectárea. El resto fueron conatos rápidamente atajados por el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta. 

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