Ha dejado su sello arquitectónico por todo el mundo y está trabajando para hacerlo fuera de él. Sí. En el espacio exterior. Concretamente en Marte. Es un arquitecto de ciencia ficción -un arquitecto del futuro- el burgalés Alfredo Muñoz, fundador de ABIBOO Studio, que este año ha sido el encargado de inaugurar el V Congreso ITE+3R, un espacio para la reflexión y el debate sobre los procesos de transformación de nuestras ciudades y territorio que se ha celebrado en Zamora. Asentado en Estados Unidos aunque viajando por todo el planeta (ahora mismo se encuentra en la India, donde se desarrolla uno de sus ambiciosos y espectaculares proyectos) ofreció en su conferencia algunas de las claves transformadoras sobre el futuro de los asentamientos humanos en entornos extremos, algo que domina como nadie.

No en vano, Muñoz trabaja desde hace años en un proyecto multidisciplinar en el que hay astrobiólogos, astrogeólogos, astrofísicos, ingenieros aeronáuticos, biólogos, químicos, psicólogos, arquitectos, artistas en el diseño de una futura ciudad para el Planeta Rojo, de nombre Nüwa y con capacidad para 250.000 habitantes. Muñoz defiende siempre la sostenibilidad y que la arquitectura de calidad no debería tener grandes presupuestos. Según él, mientras que los ecosistemas de la Tierra pueden enmascarar el impacto de las actividades humanas durante décadas, «los entornos extremos no ofrecen tal período de gracia ofreciendo una oportunidad inigualable para aprender de soluciones autosuficientes en estos entornos hostiles que puedan ser posteriormente aplicables a nuestros ambientes cotidianos». 

Aunque pueda tener un punto visionario, es la suya una mirada lúcida en torno a las planificaciones urbanas y ya no sólo en entornos extremos. «Desafíos como la escasez de recursos y los posibles conflictos sociales son relevantes no solo en entornos extremos, sino que son cada vez más pertinentes en la Tierra debido al cambio climático, la creciente desigualdad social y las tensiones nacionales e internacionales en aumento». En este sentido, enfatiza Muñoz en la «necesidad urgente de reevaluar la huella de la superficie de nuestras ciudades y hábitats mediante la reducción del espacio construido que consumimos por persona en nuestras viviendas, espacios de trabajo y edificios en general, estrategia que ahorraría ingentes cantidades de materiales y energía, integrando más espacios verdes comunales juntos a las infraestructuras que conectan los nodos habitacionales», explica.

Alfredo Muñoz, hace un par de semanas en Zamora.

Propone el burgalés nuevos paradigmas de planificación urbana que se centran en mejorar las interacciones sociales, reducir las huellas de vivienda individuales y fomentar la vida comunitaria, porque asegura que los humanos «usamos actualmente 6.000 metros cuadrados por persona para la producción de alimentos, una cifra que podría reducirse potencialmente a unos simples 100 metros cuadrados por persona mediante la implementación de métodos de agricultura de alta tecnología como la hidroponía y la acuaponía, junto con un cambio hacia dietas basadas en plantas y una reducción substancial del consumo de carne. Estos cálculos y conclusiones sobre la necesidad de ajustes en nuestra dieta, si bien son ambiciosos, son el resultado de colaboraciones con científicos internacionales expertos en astrobiología, entre otras disciplinas», apunta. 

Reducir el espacio construido que consumimos por persona ahorraría materiales y energía"

Sus tesis trascienden el ámbito arquitectónico. Así, ABIBOO Studio ha abordado el tema de la moda y su impacto en el cambio climático con diseños de moda que se centran en ropa andrógina y duradera. «Estos diseños permiten la personalización a través de una variedad de accesorios, satisfaciendo los gustos individuales mientras se mitiga el impacto ambiental. Trabajamos para clientes que son marcas globales, como Louis Vuitton, para traducir estos conceptos vanguardistas en realidad. 

Las ideas del arquitecto burgalés no son solo teóricas: provienen de extensas colaboraciones con expertos en ciencias espaciales, incluidos miembros de la NASA. Muñoz mismo preside los grupos de arquitectura espacial en el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica, donde aporta su experiencia en diseño para contribuir a iniciativas espaciales innovadoras. «Gracias a reformular las preguntas, en este caso establecer hábitats autosuficientes y exitosos en ambientes extremos, las respuestas van a ser automáticamente distintas, pudiendo lograr ideas innovadoras que sean aplicables a día de hoy para mejorar nuestra vida y nuestro planeta», apostilla. 

El trabajo de ABIBOO Studio se extiende por cinco continentes e incluye proyectos actuales que van desde un campus para eventos en Alabama construido con madera laminada sostenible, hasta residencias de lujo en California, y proyectos de vivienda social en India. En el frente tecnológico, ha estado desarrollando PropAlchemy durante dos años, una plataforma de software interactiva que crea gemelos digitales de proyectos inmobiliarios y ciudades, ofreciendo interacciones, filtros avanzados y vistas en tiempo real. Puro futuro.