Un cuento que busca su sitio

I.L.H. / Burgos
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Dos maestras de Educación Especial se estrenan en la literatura con una historia de inclusión y tolerancia en la que unos muebles necesitan ubicarse y sentirse integrados. 'Taburete' se presenta el 2 de junio en la Feria del Libro

Lorena Ortega (i) y Carmela Martínez ya han introducido ‘Taburete’ en sus aulas y la actividad para ellas resulta «muy emocionante». - Foto: Valdivielso

Como maestras de Educación Especial Carmela Martínez y Lorena Ortega están cansadas de ver en el aula cómo entre compañeros dejan de lado al diferente, ya sea por su aspecto, forma de pensar o lo que le rodea. Habituadas, por otro lado, a leer cuentos en clase, inventarse historias para los chavales y hacer actividades poniendo énfasis en determinados valores, decidieron crear un relato que les ayudara a abordar la diversidad, la tolerancia y la inclusión en las aulas respectivas del colegio Fernando de Rojas de Ibeas de Juarros donde trabajan.   

«Llevábamos fantaseando con ello desde que estudiábamos las oposiciones. Y lo retomamos en pandemia», recuerdan. «Teníamos claro que no queríamos que los protagonistas fueran personas ni animales porque nos gusta destacar lo diferente y por eso pensamos en un objeto inanimado que cobrase vida. Lo que teníamos en casa más a mano para hacer referencia a una familia eran una mesa y unas sillas», relatan.

Así es como han dado vida a Taburete, una historia sobre una familia formada por tres sillas y mamá mesa a la que está punto de llegar un nuevo miembro. «El cuento se puede adaptar a muchas situaciones más allá del tema de la diferencia: la llegada de un hermano, una adopción o acogida, la entrada de un niño a un aula nueva, el hecho de que nadie pierde su sitio, que no hay que temer a lo nuevo...», explican las autoras, que proceden de Salas de los Infantes (Carmela) y Arenillas de Riopisuerga (Lorena).

Las tres sillas del cuento son iguales (blancas y cuadradas) aunque cada cual tiene su personalidad: una es una silla con ruedas, a otra le gusta el arte y hay una más seria que destaca por su tamaño. En cuanto al nuevo miembro que llega a casa, es un taburete redondo, de tres patas y hecho de retales que simbolizan las experiencias en la vida que a todos nos van moldeando.

Con este cuento ilustrado por Dena Boral y que cuenta con la tipografía de Anna Vives, una chica con síndrome de Down que ha registrado su letra, se dirigen «a todas aquellas personas que alguna vez sintieron no encontrar su lugar en el mundo. Queremos darles voz. Poner nuestro granito de arena en la educación apostando por la diversidad, la educación en valores y la inclusión», añaden sin olvidar tampoco que el libro contiene también una serie de actividades.

Y aunque Taburete «es la recompensa al esfuerzo invertido», no ha sido fácil llegar hasta aquí: «No teníamos contactos editoriales ni sabíamos si había que presentar el libro con ilustraciones o sin ellas. Hicimos lo primero, pero al final la editorial Gusanillo nos propuso otro tipo de trabajo. Tampoco queríamos publicarlo y nada más. Queríamos vivir el proceso, utilizarlo como una herramienta en el aula, que llegara de verdad a las familias... y esta editorial trabaja la literatura con valores». 

Con una tirada de 500 ejemplares, el 2 de junio estarán en la Feria del Libro (a las 20 horas, en la carpa pequeña del Espolón). «Es el principio de algo muy bonito. No solo profesional, sino personalmente. Se ha hecho realidad un sueño para nosotras», concluyen ya con el libro en la mano y con las primeras impresiones tras leerlo en el aula. «Es muy emocionante», resumen.