Castilla y León quiere aprovechar el semestre de Presidencia española de la Unión Europea para suavizar los requisitos de la polémica regulación de emisiones del Euro7, que fija la prohibición de vender vehículos con motores de combustión más allá del año 2035. Una normativa que nació con el consenso de la UE, pero a la que ahora cada vez más países han declarado la guerra por las consecuencias que puede tener para las empresas de la automoción. En esta línea, el Gobierno regional aspira a que el semestre español sirva para virar la normativa hacia el «mantenimiento del empleo, de la actividad y del crecimiento económico» del sector del automóvil con una «transición justa». «Es una buena oportunidad», aseguró el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, en la reunión anual de automoción y movilidad de Castilla y León del Clúster de la Automoción (FaCyl), donde exigió al Ejecutivo que posicione a España «de forma muy clara» en las posiciones de los principales países productores de automóviles de Europa.
Postura compartida por el presidente de FaCyL, Félix Cano, Félix Cano, que se mostró «optimista de que no se pondrá todo en marcha en el plazo que se pretende» y recordó una visita de la eurodiputada Susana Solis, en la que advirtió de que están peleando por eso, porque «está norma es un rejón de muerte para la automoción». El ejecutivo indicó que desconoce los planes del presidente del Gobierno,PedroSánchez, en este sentido durante la Presidencia de la UE y se limitó a señalar que «igual se lo está guardando pero desconozco que vayan a hacer alguna cosa».
En cualquier caso, Félix Cano insistió en que «es un problema de tiempo, hay que dar más tiempo al tiempo y empalmar con 2035 cuando no se podrán vender coches de combustión directa». Con todo, expuso que tras 2035 permanecerán las modificaciones que se logren en frenos o en las ruedas.
9.200 millones facturados
Durante su intervención, Fernández Carriedo se felicitó porque está aumentando el volumen de ventas en el sector, y explicó que es «positivo» y contribuye a que la Comunidad sea la tercera con mayor crecimiento del índice de producción industrial (IPI) en lo que va de año; la cuarta con mayor aumento de las exportaciones; y esté entre las que más reduce el desempleo, un nueve por ciento interanual, frente al 6% de la media para el conjunto de las autonomías. Según los datos aportados por el FaCyL en la asamblea anual de socios, las entidades y empresas socias del Cluster de Automoción de Castilla y León facturaron 9.200 millones de euros en 2022, un 12 por ciento más que en 2021, y emplean a 29.000 personas.
El consejero remarcó que la automoción constituye un sector «no exento de retos en el medio plazo, pero que tiene grande oportunidades, por su capacidad de competir». En este sentido, recordó que cuenta con un tejido industrial «muy consolidado» y con «el saber hacer y el talento de sus profesionales, y la búsqueda de fuentes energéticas para ser productivos y competitivos en costes».
«La mejor opción para invertir en la automoción»
«Castilla y León es el mejor lugar para invertir en automoción y el coche del futuro se está desarrollando en Castilla y León». El presidente del Clúster de Automoción, FaCyL, Félix Cano, reivindicó ayer a la Comunidad como «la mejor opción para invertir en automoción» en un mensaje «de optimismo» y «de confianza» en el sector. «Estamos en un entorno ideal para el desarrollo de la automoción», aseveró Félix Cano, que recordó que históricamente Castilla y León ha sabido adaptarse a los cambios ocurridos en el sistema ecosistema productivo, en esta ocasión con la entrada en el paradigma de la nueva movilidad «siendo, una vez más punteros y líderes, no sólo en España, también en el ámbito internacional».
El también consejero delegado de Lingotes Especiales recordó que «muchas» de las plantas de las multinacionales que se ubican en Castilla y León son «el referente» para sus plantas en el resto del mundo y significó en el hecho de que en la Comunidad surgen procesos «que son copiados porque han sido un éxito», lo que constata, según sus palabras, la «fuerza» del ecosistema productivo castellano y leonés. «Nos estamos adaptando al cambio y a las circunstancias tratando, sobre todo, de mantener el empleo y atrayendo talento; un aspecto sobre el que siempre incidimos y en el que hemos de hacer ver a los jóvenes que la automoción ya no es mancharse de grasa».