Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Personas

06/01/2023

El número de mujeres asesinadas por violencia de género en España ha ascendido a 49 en el año 2022, aun así hay que oír a nuestra ministra hablar del éxito obtenido y de la necesidad de implementar unas actuaciones que hace tiempo hemos comprobado que, lejos de mejorar la situación, la están empeorando gravemente.

Es increíble que de una gestión nefasta, consigan hacer una especie de éxito y un baluarte de sus políticas. Es un hecho objetivo que las mujeres que viven esta lacra siguen sin acudir o buscar la ayuda que se les ofrece a bombo y platillo cada día, y no me extraña, porque alguien que se juega la vida a diario, difícilmente va a reconocer una salida que le es ofrecida por alguien que vive en otra realidad.

Como siempre, cuando veo un movimiento político de este tipo, me planteo a quién beneficia, y para mí desde luego que no es a las mujeres que viven este infierno, porque aun teniendo todo el sistema legal actualmente de su parte, no lo utilizan y la mayoría de las denuncias que se ponen finalmente no son ratificadas en sede judicial.

No conozco la solución, pero estábamos mas cerca de ella hace años. Al final, todas aquellas acciones que llevan a la generalización y no analizan cada caso y sus circunstancias específicas, generan problemas a la sociedad.

Existe, desde hace tiempo, una especie de cruzada cuyo objetivo es el exterminio y la venganza contra un sector determinado de la sociedad, pero las campañas de este tipo suelen acabar volviéndose en contra de quien las abandera. Tal vez por ello, ahora descubro con estupor cómo también nosotras, las mujeres, estamos cayendo sin ningún tipo de límite en eso que tanto hemos dicho detestar, la violencia. Imitamos aquello que queríamos cambiar.

Al final todos somos simplemente personas. Personas cuyas vidas pueden ser tremendas y torcerse; y claro, no hay nada como que en la tele, las redes sociales o internet te den la solución a todos tus problemas.

Parece que las personas no somos capaces de asumir la frustración como parte de nuestras vidas, por eso espero que los Reyes Magos nos hayan dejado esta mañana una pizca de sensatez y toneladas de paciencia y esperanza.