«Seguro que la afición del Burgos influye en el rendimiento»

C.P. / Burgos
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El burgalés Jona Muñoz, psicólogo del primer equipo del Valencia, explica cómo el aspecto mental puede condicionar el desempeño del jugador y opina sobre las dos caras del Burgos CF en casa y a domicilio

Jona Muñoz, sobre el césped del estadio Mallorca Son Moix, donde jugó el Valencia el pasado 7 de octubre. - Foto: Instagram

En los bares aledaños a El Plantío y en muchos otros a lo largo y ancho de la ciudad hay grupos de gurús, cerveza en mano, que tratan sin éxito de buscar una explicación a lo que le está ocurriendo al Burgos CF esta temporada. 16 de 18 puntos en casa y cero de 18 fuera. La autoridad blanquinegra a las orillas del Arlanzón contrasta con la frustración a domicilio. Son dos equipos totalmente distintos. ¿A qué se debe un cambio tan radical? El burgalés Jona Muñoz, psicólogo de la primera plantilla del Valencia CF, tiene claro que el aspecto mental juega un rol importante en el fútbol y asegura que el papel de la afición es clave en el desempeño del conjunto burgalesista.

Muñoz trabajó hace unos años en la cantera del Levante y esta temporada se ha incorporado al cuerpo técnico del Valencia CF por petición de su entrenador, Rubén Baraja. Es psicólogo especialista en fútbol y tiene el nivel más alto del carné de entrenador. Vamos, que sabe de lo que habla. 

Pese a que está centrado en su trabajo diario con el conjunto che, no pierde de vista la evolución del Burgos CF en este inicio de campaña y ve con cierta sorpresa el cambio de imagen fuera y en casa. ¿Es un tema mental? «Yo no estoy dentro del vestuario, no tengo el 'Big Data' y no puedo saber la razón exacta del rendimiento de local y visitante, pero lo que se ve por la televisión es que en casa ganan más duelos individuales y se llevan más balones disputados. Eso es un tema de activación y el entorno influye. Estoy 100% seguro de que una afición como la del Burgos CF influye en el rendimiento. Todos hablan de lo que aprieta y eso lo notan los jugadores de casa y los de fuera», señala.

El término 'activación' se traduce, según Muñoz, en «intensidad y concentración» sobre el terreno de juego, por lo que la falta activación provoca «fallar algún pase, no llegar a una segunda jugada o perder la marca». «Todo eso hace que pierdas confianza y es como un bucle», añade.

Al ver los partidos del Burgos CF en ElPlantío y a domicilio, Muñoz ve «comportamientos observables diferentes» que hacen que la balanza se decante de un lado o de otro: «Por ejemplo, la línea defensiva no se comporta igual en casa que fuera. A la hora defender a domicilio, no veo bien la coordinación y creo que es un tema de concentración. Cometen muchos más  errores no forzados fuera».

Después de 12 jornadas, el Burgos CF ha entrado en una dinámica que genera una inercia positiva ante su público y una negativa lejos de las orillas del Arlanzón. «Es un bucle que se va retroalimentando. Cuando juegas de visitante, ya estás con el runrún de que has perdido seis partidos, caras largas, pesimismo... Eso pasa por la cabeza de los jugadores. Es una pescadilla que se muerde la cola. Ocurre lo contrario en casa. Te activas con la afición y dices 'aquí con nuestra gente no nos gana ni dios'», comenta este psicólogo burgalés, que recuerda la imbatibilidad blanquinegra en casa pese a las visitas de peces gordos como el Leganés o el Eibar. 

Para explicar este fenómeno, Muñoz hace una diferencia entre la realidad concreta de cada jugador y la del equipo. Habla del término «contagio emocional» entre los propios futbolistas, lo  que hace que cunda el «pesimismo» en determinados escenarios o justo lo contrario.

Esta tendencia se puede romper y se romperá en alguno de los próximos encuentros. Ese será, según Muñoz,  «un punto de inflexión» que hará que el equipo cambie la dinámica. «Si ganas o sacas algo fuera y sumas tu seguridad en casa, el equipo se viene arriba, pero si se rompe al revés puede suceder lo contrario».

Un caso concreto. Entre todas las derrotas como visitante, la que más ha escocido entre la afición blanquinegra fue la del Heliodoro Rodríguez López. El Burgos CF se quedó en superioridad numérica y con un penalti a favor tras un codazo del zaguero del Tenerife. Incomprensiblemente, falló la pena máxima y acabó palmando 2-0.

En ese caso concreto, Muñoz habla de «una fuerza compensatoria» cuando un equipo se queda con diez, pues «al saberse en inferioridad los jugadores se exprimen al máximo», mientras que el otro equipo piensa que «el partido es largo...».

La vida en la élite. Jona Muñoz recibió la llamada del Valencia CF el pasado verano y no dudó en bajar hasta la capital del Turia para reunirse en persona con Rubén Baraja, entrenador che. Pasaron diez días y no tenía muchas esperanzas de unirse al proyecto, pero una mañana descolgó el teléfono y era el director deportivo del Valencia. «El entrenador quiere que te unas al cuerpo técnico», recuerda Muñoz.

De momento, lleva solo tres semanas y está encantado con esta nueva experiencia profesional. «Todavía estoy en una nube. A veces me digo: 'Estás trabajando con el 'Pipo' Baraja», cuenta con admiración.
Su día a día es similar al del resto del cuerpo técnico, pues está presente en las charlas, los entrenamientos y viaja a los partidos. Su figura, la del psicólogo, es nueva en el Valencia CF y se trata de una apuesta del entrenador. No hay que olvidar que posee una plantilla con jugadores jóvenes que hace apenas unos meses eran desconocidos.

«Quieren buscar madurez deportiva y acelerar el proceso. En una sola semana puedo tener sesiones con toda la plantilla y también me reúno con el 'Pipo' al menos dos veces. Él es muy receptivo al tema de la psicología y es un técnico que está en construcción», concluye.