Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


El trágala de Otegi a Sánchez

16/05/2023

El trágala de Arnaldo Otegi a Pedro Sánchez colocando a antiguos miembros de la banda terrorista ETA en las listas de candidatos de Bildu ha trastocado el carácter de los comicios locales del 28M. Van a ser lo que más temían los estrategas del PSOE: un test sobre la forma de gobernar de Sánchez y su política de alianzas parlamentarias. Al trascender que algunos de los candidatos que presenta Bildu habían cumplido condenas por asesinato, el estupor dio paso a la indignación. Máxime cuando en un primer momento al ser preguntados los ministros y el propio presidente el Gobierno esquivaron la cuestión optando por el silencio o por una huida vergonzosa a través de los pasillos del Congreso. A Sánchez, de visita en la Casa Blanca, las preguntas sobre el trágala de Otegi le arruinaron el éxito propagandístico de la foto con Joe Biden. Al responder que la presencia de exmiembros de la banda terrorista en las listas era legal, pero que le parecía indecente, sirvió en bandeja la réplica al líder de la oposición quien respondió diciendo que lo indecente era que Sánchez se hubiera apoyado en Bildu a lo largo de toda la legislatura.

Los pactos a lo largo de los últimos años con los herederos políticos de la banda terrorista contribuyen a blanquear la historia de la ETA difuminando su pasado criminal y la estrategia con la que intentó tumbar el sistema democrático. Fue la labor policial -sobre todo la actuación de la Guardia Civil- quien consiguió derrotarles obligándoles a anunciar que renunciaban a la lucha armada. Pero basta con repasar la lista de personajes que forman parte de la dirección de Bildu -Arnaldo Otegi condenado en su día por pertenencia a la banda terrorista o David Pla, el último jefe de la ETA- para concluir el nivel de indecencia que apareja cualquier pacto político con este partido. Bildu está consiguiendo blanquear su imagen en el País Vasco gracias a la visibilidad que les otorga la colaboración con el PSOE y su apoyo a las leyes que presenta el Gobierno. Sobre todo entre los jóvenes que ignoran el horror y la sangre que hay detrás de la memoria de la ETA. Una encuesta reciente revelaba que la mayoría de los jóvenes vascos de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años no tenían ni idea de quién había sido Miguel Ángel Blanco, el joven concejal del PP alevosamente asesinado por los pistoleros de la ETA. Advertía Orwell que quien controla la memoria del pasado puede llegar a conseguir que las mentiras parezcan verdades y el asesinato respetable. Los pactos con el PSOE forman parte de esa estrategia de blanqueo. El trágala de Otegi a Sánchez es una demostración de fuerza.