Del silencio de Salazar a la cima musical

A.C.
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La compositora de música de cámara Saskia Venegas estrenará piezas en el Klarafestival, la cita de clásica más importante de Bélgica, y en el November Music de Holanda

Saskia Venegas guiando los pasos de la Orquesta Sinfónica de Amberes, con 100 músicos, durante el ensayo de una de sus composiciones. - Foto: DB

Saskia Venegas aprecia como nadie el silencio de Salazar. Para una compositora de música de cámara contemporánea como ella, la ausencia de ruido es un bien de valor incalculable y cada vez que puede lo aprovecha. Lo hizo por última vez esta Navidad cuando visitó a sus padres en la casa familiar o en verano cuando escribió el primer movimiento para chelo de su sonata Medusa. Lo  estrenó en la Bienal Internacional de Violonchelo, en Amsterdam, y la obra completa se conocerá en el festival de música contemporánea holandés November Music, después de haber sido becada por el Gobierno de ese país para escribir esta suite de violonchelo.

Saskia Venegas alimentó su espíritu gracias a los conciertos de música de cámara que sus padres, la escritora y filóloga belga Nadine Aernouts y el escultor vasco Javier Venegas, comenzaron a organizar en Salazar en 1993 a través de la Asociación Cultural El Kabauter. Ahora ambos siguen creando y gestionando una academia de idiomas y de arte en Villarcayo, El Kabauter, mientras Saskia consolida una exitosa carrera musical entre Holanda y Bélgica, donde en marzo se interpretarán dos de sus piezas, una de ellas estreno, en el Klarafestival, el festival de música clásica más importante de Bélgica. Será retransmitido para toda Europa gracias a Unión Europea de Radiodifusión.

Trabaja sin parar en medio de la pandemia. Está muy contenta. Venegas, de 37 años, se sabe una de las pocas mujeres en un mundo de hombres, el de los compositores para grandes orquestas ante las que ella advierte las reacciones de sorpresa entre los músicos cuando la presentan como la autora de la pieza que van a ensayar y comienza a dar sus líneas de trabajo. Combina la composición con la dirección artística, dado que en el ámbito de la música contemporánea «es bueno que los interpretes sepan quien lo ha escrito, para quien, por qué motivos, donde hay que mostrar dolor, alegría, estrés...».

Pronto supo cual era su destino y ya no cursó cuarto de la ESOen Villarcayo para trasladarse a Bilbao y conjugar la educación obligatoria con el conservatorio. Después completó su formación en Países Bajos y Bélgica, donde las oportunidades, becas y conciertos son infinitos frente a la escasa programación y apoyo a la música de cámara en España. Saskia Venegas es una compositora comprometida, que con Medusa se adentra en el mundo de «la violencia de género y sus efectos en estado mental de una generación» o que compuso Silenciados, un proyecto en el que investigó y recopiló música de ocho compositores que sufrieron la represión franquista, como el burgalés Antonio José, al que escribió arreglos para La pavana triste. Lo estrenó en noviembre de 2019 en la trece edición de Memoria Histórica y Derechos Humanos en Soria y volvió a escucharse en la clausura de la exposición conmemorativa del 80 Aniversario del Exilio Republicano Español. Había conciertos programados en Burgos que la pandemia truncó. Pero Venegas espera que algún día se puedan escuchar.