Desde que el proceso de negociación del nuevo convenio colectivo para las factorías de Michelin comenzase en febrero, el avance de los diferentes encuentros no está dando el resultado buscado por los representantes del comité de empresa. Las discrepancias entre la oferta de la empresa y los sindicatos para los próximos cuatro años, en lo que al ámbito salarial se refiere, ha llegado a tensionarse y, como medida de presión, se ha optado por movilizar a la plantilla para que los interlocutores de la multinacional comprueben que las peticiones de incremento salarial cuentan con el apoyo de los trabajadores.
La principal reclamación de los representantes de los trabajadores es la compensación de la pérdida de poder adquisitivo que sufren los empleados de Michelin, que desde el sindicato CCOO lo cuantifican en un 8%. «En el anterior convenio colectivo se pactó un incremento salarial del 4% para los cuatro años, pero la situación provocada por la pandemia y ahora la inflación se han sumado para dar esa pérdida de poder adquisitivo, que es lo que ahora queremos recuperar», explica Octavio Álvaro, secretario general de la sección sindical de CCOO en Michelin España.
De momento, han fijado en el calendario la fecha del 18 de mayo para realizar una concentración a las puertas de la factoría arandina, aprovechando las horas en las que confluyen las salidas y entradas de varios turnos. «Esta es una medida para demostrar a la empresa la postura de la plantilla, pero con una presión proporcional, a modo de aviso. La próxima semana es clave para una negociación que sigue abierta, pero si no avanza podríamos acudir a los paros de producción como medida de presión», reconoce Álvaro.
Desde CCOO reconocen que ha habido avances en este proceso de negociación, pero siguen insistiendo en que faltan dos conceptos «fundamentales» como son «un mayor esfuerzo en el incremento económico inicial y una fórmula de corrección salarial que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo durante la vigencia del convenio». En la última oferta de las empresas, el incremento del salario se aumentó hasta el 10%, repartido en los próximos cuatro años empezando con el 4,5% el primero, un 2,5% el segundo de vigencia del convenio colectivo, y acabando con dos anualidades en las que la subida sería del 1,5% cada una de ellas. Además, esta subida total se aplicaría también a la mayoría de los pluses que cobran los empleados de Michelin, punto este que la parte sindical considera un «avance», junto a que «el salario de ingreso evolucione en las cantidades y se defina su aplicación», pero sigue siendo insuficiente para los representantes de los trabajadores. «Estamos cerca del IPC, pero falta un empujón en los incrementos, porque nuestras pretensiones son mayores para garantizar el cumplimiento real de lo acordado», reconoce Álvaro, que califica de «cimiento del convenio colectivo» la cláusula de garantía salarial que reclaman desde el comité de empresa. «Y de eso la representación de la empresa aún no ha querido hablar», lamenta.
Esta laguna en la negociación, junto a que los representantes de la empresa comentaron en la última cita que «este proceso está llegando a su fin» es lo que ha motivado a los sindicatos a pedir el apoyo de la plantilla, que jugaría a partir de ahora una baza importante en lo que resta del proceso.
Otros avances que la empresa ha incluido en su última propuesta se pondrían en práctica a partir de la novena activación, momento en el que los trabajadores podrían salir los viernes a las 15 horas en el personal de 2x4, contarían una bolsa de 10 días o 20 tardes al año para teletrabajar a mayores de lo pactado y se suprimiría la modalidad de contrato indefinido a jornada variable. En el ámbito social, se planteó ampliar la licencia sin sueldo a 12 meses para cuidado de familiares hasta primer grado y se ofreció el premiso retribuido para realizar exámenes oficiales en competencias relacionadas con la empresa, además de aumentar las cantidades para medallas y el desarrollo de un protocolo para trabajadores especialmente sensibles.