El ciclista australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) ganó este miércoles la quinta etapa del Giro de Italia, disputada entre Atripalda y Salerno sobre 171 kilómetros, en un accidentado esprint tras una jornada pasada por agua y marcada por las múltiples caídas, dos de ellas del belga Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step), y con el noruego Andreas Leknessund (Team DSM) vistiendo todavía la 'maglia rosa'.
Jornada marcada por las condiciones climatológicas desde la salida en Atripalta. Ya al inicio los corredores tuvieron problemas con las caídas, lo que dificultó la formación de la primera escapada, que tardó ocho kilómetros en cuajar con Thomas Champion (Cofidis), Samuele Zoccarato (Green Project-Bardiani CSF-Faizanè), Stefano Gandin (Team Corratec-Selle Italia) y Thibout Pinot (Groupama-FDJ), pero el veterano francés se descolgó tras coronar el Passo Serra en cabeza y asegurar los puntos para liderar el maillot de la montaña.
Cuando tan sólo se habían recorrido 20 kilómetros de etapa, llegó el momento que pudo cambiar el Giro. Un perro provocó una caída en la que se vio involucrado el exlíder y gran favorito, Remco Evenepoel, que quedó tendido en el suelo, pero pudo continuar. El pelotón tuvo un gesto de deportividad esperando al belga, lo que propició que la escapada cogiera más de cuatro minutos de ventaja.
Con el grupo principal ya reagrupado, la carrera se estabilizó, reduciéndose poco a poco la distancia con los tres escapados, siendo neutralizados dos de ellos cuando restaban 25 kilómetros, justo cuando empezó la aventura en solitario de Samuele Zoccarato; éste llegó a tener más de un minuto de ventaja, pero el trabajo de los equipos de los esprinters permitió que fuera alcanzado a ocho de meta.
Los últimos instantes de la jornada fueron de gran tensión por culpa de las caídas, dos importantes. Una sucedió cuando restaban siete kilómetros y dejó cortados a hombres importantes para el esprint como Fernando Gaviria (Movistar Team); y a falta de dos, de nuevo se fue al suelo Evenepoel, aunque también se pudo reincorporar sin problemas.
A la meta de Salerno llegaron muy bien colocados todos los velocistas, pero el más rápido fue Groves, que tras sus terceros puestos en la segunda y tercera etapa, consigue su primera victoria en el Giro. Tras él entró Jonathan Milan (Bahrain Victorius) y tercero fue Mads Pedersen (Trek Segafredo). El esprint también provocó una caída, la enésima, en este caso de Mark Cavendish (Astana), que pese a todo consiguió acabar en quinta posición.
En la clasificación general no hubo cambios significativos en la zona alta, puesto que Leknessund mantiene 28 segundos de distancia sobre un Evenepoel cuya caída, al ser en los tres últimos kilómetros, no le acarreó pérdida de tiempo debido a estar dentro de la zona de seguridad.