«Si no llega a estar mi nieta no estaría viva»

F.L.D.
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Sofía García salvó a su abuela Víctora de un atragantamiento hace dos años. La Junta de Castilla y León le concedió hace unos días la Medalla de Plata de la Protección Ciudadana

Sofía y Víctora recordaron lo ocurrido el 13 de diciembre de 2020. - Foto: Alberto Rodrigo

Sofía ama el judo. Pero la tristeza que le producía la más que probable pérdida de su perro hizo que el 13 de diciembre de 2020, en vez de acudir al gimnasio a entrenar, pasase de largo y subiese a ver a su abuela. De alguna forma, buscó el consuelo en una de sus personas favoritas. No tenía ni idea de que, en realidad, iba a ser ella su ángel de la guarda.

La octogenaria, que en ese momento comía unas cortezas, se atragantó. Sin dudarlo, la joven, que entonces tenía 14 años, le realizó la maniobra de Heimlich y la salvó de un fatal desenlace. Su heroico gesto, al que resta importancia, llegó a oídos de los Bomberos, que la propusieron para que la otorgasen la Medalla de Plata a la Protección Ciudadana. Reconocimiento que le entregó la Junta de Castilla y León el miércoles.

«¿Pero cómo no lo iba a hacer?», repite una y otra vez Sofía. Y en cierta manera tiene razón. Es su abuela. No podía dejar que se ahogase por culpa de una maldita corteza. Pero Víctora, la otra protagonista de esta bonita historia, tiene claro que no todo el mundo actuaría con esa determinación. Es más, advierte de que ya en otra ocasión sufrió un atragantamiento parecido en su pueblo y quienes estaban con ella no mostraron el mismo arrojo. «Tengo claro que si mi nieta no está ese día conmigo no estaría viva», dice ahora sonriéndola. 

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