Acaba de finalizar el entrenamiento en el Coliseum. Hace meses que Carlos Suárez es uno más del Hereda San Pablo. Ya han quedado atrás las semanas que estuvo a prueba antes de fichar definitivamente. El ala-pívot madrileño, que llevaba casi un año sin competir, ha vuelto a sentirse jugador a las orillas del Arlanzón y se le ha metido entre ceja y ceja devolver a Burgos a la ACB.  

De primero el Lleida, de segundo el Estudiantes y de postre el Coruña para finalizar la fase regular. Ya no quedan partidos 'fáciles'...
Después del encuentro contra el Albacete, estuvimos hablando entre nosotros en el vestuario de que no hay partido fácil en esta liga y tenemos que demostrarlo. Podemos ser muy buenos jugadores y haber tenido una carrera muy larga en ACB, pero hay que demostrarlo en el campo. En eso estamos.

¿Estos últimos compromisos les dirán un poco en qué punto está el equipo antes del play off?
Sí, es una prueba, pero también he visto a equipos perder y luego jugar dos choques bien y llevarse un título. Tenemos que jugar bien todos los partidos y espero que sean ocho: los tres de la fase regular, tres del play off y dos de la Final Four.

Carlos Suárez reconoce que es un "reto" para él devolver al San Pablo Burgos a ACB. - Foto: Valdivielso

¿Qué importancia le da al 'factor cancha'?
No lo es todo. Se está demostrando en la Euroliga con las eliminatorias entre el Partizan y el Real Madrid o el Mónaco y el Maccabi. Dicho esto, no es lo mismo jugar con tu gente, con esa energía que te da, que en una cancha ajena. Estamos preparados para sacar estos tres duelos de la fase regular y, si los ganamos, tendremos el 'factor cancha'. Dependemos de nosotros.

¿Prefiere a algún rival en concreto?
Honestamente, no lo sé. No he jugado contra los que están ahora mismo en esa pelea. Sigo al Estudiantes porque jugué allí, pero me gustaría verle en la Final Four, aunque sé que está peleando por albergarla y a mí me gustaría subir en casa.

Poco a poco he ido a encontrarme con el jugador que era»

¿Le preocupa que las desconexiones puedan pasar factura en una fase final en la que los detalles serán claves?
Sí, somos conscientes de que tenemos altibajos y son minutos en los que el equipo no rinde al máximo nivel. Esas desconexiones hay que intentar reducirlas lo máximo posible y trabajamos para ello. Sabemos que el play off no va a ser nada fácil y que la Final Four se va a decidir por detalles.

Usted ha estado en vestuarios ganadores, equipos que han conquistado títulos como el Unicaja o el Real Madrid, ¿qué tiene que tener un equipo para llegar al éxito?
Los pequeños detalles son primordiales para ser un equipo ganador. Una defensa, un rebote... muchas cosas que pueden decantar un duelo. 

Cada vez va entrando más en los planes de Curro Segura, ¿cómo se encuentra después de haber estado casi un año sin jugar?
Mucho mejor, el comienzo con Dani (preparador físico del San Pablo) fue complicado. Mira que he tenido muchos preparadores, pero él es un profesional top. Estaba todos los días conmigo y hacía de psicólogo y preparador físico. Tengo que agradecerle por cómo me ha puesto en forma. Poco a poco he ido a encontrarme con el jugador que era. Ya casi tengo la forma cogida gracias al ritmo competitivo y los minutos que he tenido.

Podemos ser muy buenos y haber tenido una carrera muy larga en ACB, pero hay que demostrarlo en el campo»

¿De dónde saca la ambición para venir a LEB Oro un jugador que ha estado en lo más alto del baloncesto nacional y europeo?
A mí me gusta el baloncesto, jugar, la adrenalina del día de partido, entrenar, compartir vestuario con personas que conozco desde hace muchísimo tiempo porque he jugado con o contra ellas, como San Miguel, Rupnik, Mahalbasic, los Álex... El rollo de volver a competir era lo que más me tiraba.

Llegó en febrero, el San Pablo estaba 'tocado' y ya se sabía que no quedaría primero, ¿por qué eligió este proyecto?
Mucha gente me dijo que qué necesidad tenía de ir a la LEB, qué necesidad de ir a un proyecto que lo tenía complicado porque no estaba donde pensaba que iba a estar al principio de la temporada. Tuve ofertas de ir a la ACB, no me convencieron y me llamó el San Pablo. No vine por un tema económico, sino por ambición, por afrontar un desafío diferente para mí. Nunca había jugado en la LEB y es un reto devolver a un equipo como San Pablo a la ACB.

Pero ni siquiera se le garantizaba un contrato, solo venir a entrenar y probarse... ¿qué se le pasa por la cabeza en esos momentos?
Dije que venía a probar unos 10 días, pero que si no lo veían claro desde el club me volvía a mi casa. Quería reengancharme, disfrutar otra vez del baloncesto, y yo se lo dije a Albano y a Curro, que venía aquí a subir al equipo, a ayudar y a ser importante. No quiero que me regalen nada, sino lo que me gano en la cancha.

Mucha gente me dijo que qué necesidad tenía de venir a LEB, a un proyecto complicado, pero para mí era un reto devolver a Burgos a la ACB»

Se habló incluso de que tenía programada su retirada del baloncesto profesional...
Sí, sí, iba a anunciar mi retirada 24 horas después de que me llamara el San Pablo. Era una decisión que tenía tomada porque si al final nadie te quiere o te quieren por se cupo para estar en el banquillo... Estaba todo preparado, pero mi representante me llamó, me dijo que si me convencía esa situación, le dije que sí y tuve que pararlo todo.

Es que casi un año sin jugar da para plantearse muchas cosas...
Tienes momentos en los que se te pasan muchas cosas por la cabeza, que por qué no tienes equipo, que por qué te pasa a ti la lesión y te lesionas otra vez... Sé que las etapas terminan y ya me estaba reciclando para lo que viene después. Me gustaría ser entrenador, pero ahora lo que quiero es acabar la temporada subiendo a Burgos y luego dios dirá. Si en verano tengo esas ganas o encuentro algo que me motive...

¿Le ha sorprendido la LEB?
Sí, me ha sorprendido. Se trampea más, se permite más el tiro, aunque el físico es mayor en ACB...

¿Ve potencial en la plantilla para el ascenso?
Sí, pero el baloncesto es imprevisible. Tú puedes tener 12 muy buenos jugadores y luego no ganar. Tenemos que hacer un equipo, esto es un juego de equipo, y eso es clave para ascender.

En ese proceso de hacer un grupo, ¿en qué punto está el San Pablo?
No voy a decir que estamos en el mejor momento de la temporada porque espero que eso sea en la Final Four, pero sí estamos en un buen momento. Las últimas victorias nos han dado confianza.

Me gustaría ser entrenador, pero ahora lo que quiero es acabar la temporada subiendo a Burgos»