Alemanes en el tesoro de Ojo Guareña

A.C. / Cueva
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Unos dos mil germanos visitarán este año la cueva de San Bernabé, donde tienen parada en un viaje de 10 días por el norte del país en busca de destinos sin masificar

Buena parte del grupo que visitó Ojo Guareña en una foto de familia con la fachada de la ermita de San Bernabé al fondo. - Foto: A.C.

Llegan a la taquilla de las cuevas de Ojo Guareña poco después de las once de la mañana y se marchan en menos de una hora. Hay que ponerse deprisa los cascos para iniciar la visita, porque después continuará el viaje hacia las cuevas de Altamira en Cantabria. Son 53 ciudadanos alemanes, la gran mayoría jubilados, de un poder adquisitivo medio-alto que han decidido conocer la España interior en un tour de diez días que les lleva por el norte de Castilla y León, el País Vasco, La Rioja, Cantabria, Asturias y Navarra. Es cierto que la visita es un poco relámpago, pero el guía Jörg Volkmann cree que muchos pensarán: «¡Qué bonito es esto! Vamos a volver».

La extraordinaria cueva-ermita de San Bernabé comenzó el pasado año a recibir grupos de alemanes gracias al mismo operador turístico que ha diseñado este viaje. Llegaron casi 800 y rompieron por completo la estadística de turismo extranjero de Ojo Guareña, convirtiéndose en la primera nacionalidad foránea y representando un 1,4% de los 54.023 visitantes del pasado año.  Esta temporada han decidido repetir la parada en Ojo Guareña y el primer grupo llegó el pasado 12 de abril. Han sumado cinco más el mes pasado y continuarán llegando hasta noviembre, miércoles y viernes, sobre todo, con una pequeña parada en los meses más estivales de julio y agosto.

Preguntados por DB, todos afirman al unísono que ya habían estado antes en España, pero en las costas de Cataluña, Andalucía, Baleares... Nadie conocía su interior y aseguran que buscan lugares, como Ojo Guareña, lejos de las masificadas playas y grandes centros turísticos. Aunque bromean con la posibilidad de que si se corre la voz, el turismo también cope lo que para ellos es una especie de tesoro inexplorado. El guía, un alemán afincado en Málaga, donde se encuentra la empresa española que trabaja con el operador alemán, asegura que los germanos «se pelean por estos viajes que agotan rápidamente sus plazas». Vuelan literalmente en cuanto se publicitan, afirma. Así que, si nada cambia, cerca de 2.000 se adentrarán en la cueva de San Bernabé a lo largo de esta temporada.

Una viajera alemana inmortaliza en su móvil las pinturas de la bóveda natural de la ermita de San Bernabé. Una viajera alemana inmortaliza en su móvil las pinturas de la bóveda natural de la ermita de San Bernabé. - Foto: A.C.

Los que lo hicieron el miércoles con DB se sorprendieron de los usos que se daba antaño a la cueva, de los silos visigodos donde los agricultores guardaban el grano tras excavar en el suelo de la cavidad estas frescas despensas, y desde luego, con la ermita y sus pinturas murales datadas en 1705 y 1877, que relatan los martirios y milagros de San Tirso, aunque quien da nombre a la cueva es San Bernabé.

Esperaban solo estalactitas y estalagmitas, «como en Alemania». Volkmann no duda en calificar de «curiosidad» el complejo de Ojo Guareña «porque es un punto donde la naturaleza y la cultura, que son antagonistas, van juntos». Cuando cruzan el umbral de la ermita, el oohhh de los alemanes no se hace esperar. La mayoría han grabado videos y tomado fotografías con sus móviles. Ya en el exterior, la calificación es de «fantástica», como dice una señora en inglés para hacerse entender. En sus rostros se observa que están muy contentos con lo visto.

A destajo. Mientras, en la cueva de San Bernabé y Palomera trabajan a destajo los cuatro guías que esta mañana están operativos -en total son seis-. Han llegado 75 escolares de las aulas de la naturaleza del cercano albergue de Butrera, otros 80 del albergue de Espinosa de los Monteros, otro grupo de Madrid, y varias parejas de turistas de Barcelona, Madrid... que no habían comprado la entrada online y se encajan con calzador en los grupos de escolares. Un grupo de andaluces realiza la visita larga en Palomera. En abril del pasado año entraron en San Bernabé 6.828 personas y hasta el miércoles ya lo habían hecho 7.294, sin contar las que lo harán este fin de semana con puente festivo. Ojo Guareña, sin duda, está de moda.

La coordinadora de las cuevas, Clara López de San Vicente, recomienda comprar ya la entrada con antelación por internet, porque cada vez está más complicado conseguirla en la taquilla en el último momento. La imagen de Ojo Guareña que viaja por redes sociales e internet atrae como un imán. «San Bernabé es una ermita única, es una pasada», resumen Clara.