«Sería una tragedia volver al presupuesto de 2009 en I+D»

ARSENIO BESGA / Miranda
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ENTREVISTA | Diego Clemente impartió ayer en Miranda una conferencia sobre ciencia. Considera que la ciudadanía aún no ha «interiorizado» la relevancia del sector para el «avance» de la sociedad y reclama al Gobierno un aumento de la inversión

Diego Clemente, investigador en el Hospital Nacional de Parapléjicos. - Foto: Javier Pozo (La Tribuna de Toledo)

El investigador principal del laboratorio de neuroinmuno-reparación en el Hospital Nacional de Parapléjicos, Diego Clemente, visitó ayer su ciudad natal, Miranda, para impartir una conferencia sobre la ciencia en la Casa de Cultura, de la mano de la Fundación Cantera. Considera que la ciudadanía aún no «ha interiorizado la importancia» de la investigación para que la sociedad «avance». Además, cree que el Gobierno tampoco apuesta tanto como debería por este campo y advierte de la incertidumbre que genera el fin de los fondos europeos, pues puede suponer una vuelta «al presupuesto de 2009».

¿En qué proyecto está inmerso?
Son muchos. Por un lado, buscamos biomarcadores para predecir si la esclerosis múltiple va a ser más agresiva o benigna. Otro sobre biomarcadores, pero para predecir la respuesta a los tratamientos de la enfermedad. Hay 22 tratamientos y los neurólogos necesitan algo que les ayude a decidir cuál es el mejor. Tenemos otra investigación para pacientes que tienen una esclerosis altamente agresiva y ningún tratamiento les funciona, la alternativa que se les presenta es la terapia celular. También trabajamos en biomarcadores que predigan la capacidad de regeneración del tejido nervioso. Además, colaboramos con la multinacional Merck, probando uno de sus fármacos en el modelo animal para ver qué efectos tiene en células del sistema inmunitario.

La pandemia frenó, por ejemplo, su trabajo con células mieloides. ¿Ha podido retomar todos sus planes?
La pandemia nos afectó como a todo el mundo. Hubo un periodo en el que no recibimos sangre de pacientes diagnosticados, porque los hospitales solo recibían pacientes de covid. Lo notamos, como cuando nos mandaron a casa y tuvimos que sacrificar algunos animales. Solo fueron unos meses, no fue grave, después los experimentos han seguido.

La covid impulsó a la ciencia entre las preocupaciones de la población. ¿Supuso un punto de inflexión?
Me gustaría decir que fue duradero, pero no estoy seguro. Cuando estábamos preocupados por la pandemia la ciencia se puso en primera posición de actualidad, pero hoy ya solo se habla cuando aparece un descubrimiento grande. No sé hasta qué punto la ciudadanía ha interiorizado la importancia que ha tenido la ciencia para salir de esta crisis más rápido y mejor. Me gustaría pensar que se ha dado cuenta de que es importante para el avance de la sociedad, pero a veces nos acordamos de Santa Bárbara solo cuando truena. Es algo muy humano.

La Fundación Cantera es una de las instituciones más importantes  de Miranda»

Su conferencia ha servido para transmitir esa relevancia de la ciencia...
Para mí es un honor que la Fundación Cantera me invite. Si viviese en Miranda no me perdería ni una charla. Probablemente la Fundación Cantera sea una de las instituciones más importantes de Miranda. Quizá no todo el público mirandés la conoce, pero fuera la reconocen muy rápido. Una de sus funciones es acercar la ciencia a la ciudadanía. Me parece imprescindible, me alegro de que exista algo así en Miranda.

¿Cómo recibió la Ley de Ciencia?
Siempre soy escéptico. Es insuficiente, pero avanza con respecto a lo que había. Las leyes son interesantes, pero lo importante son los presupuestos. Si miramos la inversión en porcentaje del PIB, en 2021 es un 1,4%, cuando en Europa supera el 2,2% y hay países, como Corea del Sur, que llegan a 5%. Es muy importante que exista esa ley porque regula los contratos, porque hay mucha temporalidad y precariedad, y ha puesto un objetivo del 2%. Está bien como marco, pero lo importante son los presupuestos. Los fondos de Transformación, Recuperación y Resiliencia se acaban y han servido para la ciencia, pero no creemos que el Gobierno vaya a tener una respuesta acorde al incremento que han supuesto. Habrá que ver en los próximos años cuál es la financiación. Me da igual si el ministro es un astronauta o la exalcaldesa de Denia, me interesa cuánto se invierte en I+D.

Aun con el 2%, estaría lejos de las potencias. ¿Qué ocurre en España para que se mantenga la distancia?
Venimos de más atrás, es un esfuerzo tremendo. No se puede conseguir en pocos años, debe ser algo sostenido. Desde la crisis de 2009 la inversión en I+D se redujo más de un 9%, mientras en Alemania la aumentaron un 8%. Cuando llegó la crisis, los países que creen en la ciencia como motor de la sociedad aumentaron la inversión. En España veníamos de un incremento y, de pronto, hubo una bajada. Cuando se acaben los fondos europeos, no sabemos si volveremos al presupuesto de 2009, lo que sería una tragedia. Además, es un campo competitivo. Podemos tener lo más valioso, las ideas, pero también en Wisconsin y si reciben 800.000 dólares, y yo 196.000, no puedo ir a la misma velocidad.

Me da igual si el ministro es un astronauta, me interesa cuánto se invierte en I+D»

¿Cómo lidia con esa incertidumbre?
Es triste, pero vivimos siempre con ella. En mi grupo de investigación hay cinco de ocho que tienen contratos temporales. Cuando se acabe la financiación, se tienen que buscar otro trabajo o tenemos que buscar otra fuente. Los fondos europeos se han utilizado mucho para recursos humanos, pero no sabemos qué va a pasar cuando se acaben.

Todavía tiene cinco compañeros con contrato temporal. Entonces, ¿no la ley no ha cambiado nada?
Voy a autocorregirme. La ley indica que deben hacerse contratos indefinidos y que se pueden mantener mientras haya fondos en la línea de investigación. La ley aporta más estabilidad. De las cinco que he comentado, hay cuatro con indefinidos, pero dependen de la financiación. Se protege al trabajador y permite que si se tiene otra fuente de financiación no hace falta hacer otra convocatoria para pagar a esa persona. Se mantiene el contrato, pero sé que no les puedo decir que son indefinidos para siempre.

¿El apoyo privado logra suplir a la falta de inversión pública?
España está muy atrás en inversión privada. Hay países donde es muy habitual el mecenazgo, como Estados Unidos. Las empresas, por responsabilidad, y los particulares invierten. En España no. Por otro lado, la colaboración con empresas no es tan habitual como lo que podríamos imaginar. Por ejemplo, la única línea que tiene Merck a nivel preclínico en España es con mi grupo. Este dinero privado permite ampliar las miras y poder abrir las líneas de investigación, sobre algo relacionado con lo que interesa a la empresa privada. Es un contrato colaborativo, no un mecenazgo. En mi grupo ha significado pasar de seis personas a ocho.

La Ley de Ciencia es insuficiente, pero avanza»